Es
alarmante como se han incrementado las consultas en los servicios de Psicología
y Psiquiatría de los diferentes centro de salud de nuestro país.
Son
muchas las personas que constantemente presentan incapacidades por problemas depresivos,
lamentablemente el estado no hace nada al respecto, no hay interés en prevenir
desde edades tempranas este tipo de situaciones que afectan no solo a nivel
personal, si no, también a nivel social.
Por
tanto, siento la responsabilidad de desarrollar un tema que puede darle a los
padres alguna “luz” y poder prevenir en sus hijos situaciones, que a largo
plazo pueden afectar de forma significativa su vida en etapas tan
controversiales como la adolescencia.
¿Qué es la depresión?
Es un
estado de infelicidad generalizado, ante las diferentes circunstancias de la
vida.
¿Pueden los niños experimentar Depresión?
Sí, se han llevado a cabo estudios que evidencian
que hay niños que nacen con algún grado de depresión y este episodio se
relaciona con las diferentes experiencias que puede haber experimentado la
madre durante el periodo de embarazo.
Cada
niño es único en su forma de ser, por tanto va a reaccionar de forma distinta a
otros niños ante eventos de similar magnitud.
En los
pequeños que oscilan en edades entre los 2 y los 5 años, es difícil distinguir
si se encuentran tristes o bien si están atravesando algún episodio
depresivo. Por eso es tan importante que
los padres, cuidadores y familiares cercanos, se aboquen a conocer muy bien al
niño para poder determinar:
· ¿Qué
le gusta?
· ¿Qué
le hace feliz?
· ¿Qué
lo entretiene?
· ¿Qué
le molesta?
· ¿Qué
lo hace enojar?
· ¿Qué
lo hace sentirse triste?
Aún en
nuestro tiempo se maneja el mito de que los niños no entienden, que nada les
afecta y que por ser niños todo se les va a pasar con el tiempo, eso no es
real, los niños sienten, sufren, se ponen ansiosos y esto puede llevarlos ante
un cuadro depresivo si no se maneja de la forma adecuada.
¿Cuáles
son los síntomas generales de la Depresión Infantil?
· Tristeza.
· Retraimiento.
· Irritabilidad.
· Pérdida
de interés en actividades que le hacían feliz.
Los anteriores son claros en niños pequeños que
no tienen la capacidad de externar de forma verbal que es lo que les pasa, por
eso es determinante estar al pendiente de los cambios anímicos.
Algunos
otros síntomas:
·
Alteración del pensamiento.
·
Aspectos psicosomáticos: sueño,
pérdida de peso, apetito.
·
Tendencia constante a
descalificarse.
·
Expresiones suicidas: me quiero
morir, me voy a matar.
·
Desmotivación.
·
Deterioro en los estudios.
·
Hablar de escaparse.
·
Comportamiento agresivo.
·
Alta sensibilidad.
·
Experimenta diferentes dolencias
físicas: dolor de estómago, dolor de cabeza.
¿Qué
hacer?
·
No ignorar los síntomas.
·
Acercarse más al niño, hablar de
lo que le pasa.
·
Evaluar el entorno familiar, si
hay alguna situación diferente que están atravesando: muerte, divorcio,
nacimiento de un hermanito, cambio de escuela, cambio de colegio, de casa,
entre otros.
·
Analizar antecedentes
familiares.
·
Valorar situaciones escolares y
sociales adversas.
Si estos síntomas persisten por más de dos semana
es recomendable consultar con un profesional en el área de la psicología.
Dra. Laura Camacho Alfaro
Clínica Arvicana
Teléfono: 2560- 8001
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