viernes, 4 de mayo de 2012

El Optimismo en nuestra vida diaria y como alcanzarlo


Esta  comprobado que nuestros pensamientos son los gobernantes de todas nuestras acciones, de tal manera que si piensas que lo que te rodea es malo, actuarás en consecuencia de ello y muy probablemente serás desconfiado y estés disgustado la mayor parte del tiempo con ocasión de solo pensar así. Pero si por el contrario procuras encontrar algo bueno en lo que te rodea, habrá un cambio positivo dentro de ti, y probablemente este mejore tu vida y saques partido de lo que tienes.
Esta reflexión es lo que nos lleva a comentar el día de hoy el Optimismo en nuestra vida diaria y como alcanzarlo.  Es el conflicto entre el lado negativo de las cosas versus el lado positivo, ya que vienen a ser nuestras actitudes las que  influyen en nuestros estados de ánimo, mismas que afectan directamente nuestra cotidianeidad. 

Partamos de las definiciones comunes de los optimistas, los cuales son llamados "pesimistas mal informados", asimismo como ingenuos que los catalogan, se les juzga de no captan todos los aspectos de la realidad, o bien se le sentencia que antes o después se rendirán a la evidencia de que la vida es un cúmulo de problemas tan frecuentes como de difícil solución.  Te parece familiar esta acotación?

Soy participe de que ser optimista no equivale a ser frívolo o inconsciente, más bien el optimista, es la persona que percibe lo bueno de cada circunstancia y quien a partir de esa determinada percepción es capaz de mejorar las posibilidades que cada situación que se le plantea. Es aquella persona capaz de rescatar siempre algo positivo de lo “negativo” que acontece en su vida y en esencia esto le permite mejorar, ser mejor persona y crecer como ser humano.
Ahora bien, entremos a definir de forma simple y a distinguir entre optimistas y pesimistas. Las personas pesimistas interpretan y condicionan la realidad desde su lado más negativo, por su parte las optimistas perciben y aplican lo mejor de cada situación, lo que indica que no ignoran lo malo, simplemente aprenden a sacar partido de ello.

El pesimista no sólo tiene el sufrimiento garantizado, sino que cada no tiene la capacidad de aportar soluciones  constructivas a los problemas que se le presenten en el diario vivir.  En cambio, los optimistas tienden a vivir más contentos, viven vidas más largas y felices, y superan con más facilidad las complicaciones que encuentran en el transcurso de su vida.
Una de las verdades más profundas de la psicología humana está contenida en el viejo proverbio de que "nada es verdad ni mentira, todo es según el color  del cristal con que se mira". Esto por cuanto una misma situación puede y es percibida por dos personas desde dos apreciaciones muy diferentes. No existe una afirmación categórica que "esto es así", por lo que prefiero usar el planteamiento "yo esto lo percibo así", porque la forma en que hemos aprendido a interpretar la realidad y aplicarla a nuestra vida diaria condicionará nuestro estado de ánimo y éste a su vez nuestra vida. En realidad, existen casi tantos puntos de vista como personas, en tanto que cada uno somos diferentes de los demás.

Como pueden apreciar aunque creamos ser de tal o cual manera, si echamos un vistazo a nuestros últimos cinco o diez  años de vida contemplaremos cómo han evolucionado nuestras actitudes ante los diversos acontecimientos ocurridos, a veces de forma positva o de forma negativa.
Y si la vida nos cambia, por tal o cual circunstancia, o acontecimiento vivido, preguntémonos  ¿por qué no podemos modificar hoy y de forma voluntaria nuestra manera de ver las cosas, para poder  así ver el optimismo como parte de nuestra vida diaria?
La Importancia de hablar con uno mismo y alentarse a estar mejor.
Viktor E. Frankl, psiquiatra famoso, cuenta en su libro El hombre en busca de sentido, las peripecias que tuvieron que afrontar un colectivo de judíos  prisioneros en campos de exterminio nazi durante la Segunda Guerra Mundial, los cuales liderados por el propio Frankl, que cada día buscaban (y llegaban a encontrar) motivos para seguir vivos y mantener la esperanza, pese a todo lo que les rodeaba.
Como podemos apreciar, la clave para ser positivos es restringir los pensamientos negativos que tengamos, y fomentar la fe en nosotros mismos, buscando en cada momento de nuestra vidala respuestas más convenientes a nuestros problemas. No se trata de negar las dificultades, o crear una barrera para no verlas, sino de trasmitirnos consignas en todo momento que nos ayuden a superarlas.
Fijarse en las cosas buenas de la vida es una actitud, que puede ser cultivada y elaborada, como parte de nuestro estilo de vida saludable. Y que en caso de encontrarnos limitados a realizarlo, un proceso de terapia psicológica puede lograrlo con muy buenos resultados.

Siempre el buscar el lado positivo de las cosas ayuda a sentirnos mejor, esto es innegable, ya que hace surgir sentimientos de bienestar y proporciona fuerza y energía para enfrentarnos a las situaciones difíciles, las cuales son inevitables.
"Muchos fracasos de la vida han sido de hombres que no supieron darse cuenta de lo cerca que estaban del éxito cuando se rindieron." Thomas Alba  Edison.
Consejos que te ayudarán a ser más positivo y optimista
  • Admitamos nuestros errores. Sólo quien se equivoca está vivo.  Los que nunca se equivocan, cometen la mayor de las equivocaciones porque no asumen riesgos:  consciente o inconscientemente, se han rendido, y muchas veces teniendo el éxito a la vuelta de la esquina.
  • Las dificultades son oportunidades que nos da la vida para fortalecernos, aprender de ellas y no volverlas a cometer. De esas batallas podemos salir reforzados y con una mayor autoestima.
  • Utilicemos pensamientos constructivos: "quiero", "puedo", "soy capaz", "lo puedo lograr" Recordemos situaciones a las que respondimos positivamente, al momento de estar frente a alguna que se nos presenta como negativa.
  • Cuando percibimos algo como negativo, dudemos de ese pensamiento y por un momento, pensemos en positivo. Ya que siempre ha de haber algún modo de hallar algo bueno a la situación o, al menos, a conseguir disminuir su gravedad.
  • Alejemos de nuestra vida situaciones y personas que no nos permiten avanzar, que constantemente se quejan de su suerte y que lejos de ver en lo negativo una oportunidad de cambio, se conmiseran constantemente y no hacen nada para mejorar
  • Cuando nos veamos atrapados en un callejón sin salida, no reaccionemos inmediatamente, recordemos la frase "pienso luego existo". Detengámonos, reflexionemos y busquemos alternativas, siempre hay alternativas, pero ofuscados no las veremos aún pasen a nuestro lado.
No hay que aceptar lo que la vida nos impone. "La vida tiene que aceptar lo que imponemos a ella, el valor que tenemos para decidir lo improbable y para afianzarnos en lo difícil."
Dra. Laura Camacho Alfaro.  
Clínica Arvicana.                                   Teléfono 2560-8001

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