miércoles, 30 de mayo de 2012

Mi Hombrecito está creciendo


El Diccionario (Larousse) dice que la adolescencia es el periodo de transición entre la infancia y la edad adulta, sin embargo, en realidad la adolescencia es mucho más que sólo un periodo de transición, es una época de nuestra vida en que ocurren cambios fisiológicos tan importantes que inciden en nuestra apariencia física y que repercuten en nuestro comportamiento del momento y futuro.
El proceso de trasformación de muchacho a hombre dura años, no se presenta de un día para otro y recibe el nombre de pubertad.  Cada chico entra en esta etapa a diferente edad, algunos a edades tempranas como 10 o 13 años y otros a edades más tardías, entre 14 y 16 años.
La pubertad comienza sin preaviso. Casi siempre va acompañada por un crecimiento muy notable durante uno o dos años, en los que es posible que cambie de talla de zapato y pantalón...¡Más de 3 veces en un año!

Inicio del cambio
El cerebro da la señal y se inicia la producción de testosterona, que es la hormona que permite los diferentes cambios que se dan en esta etapa.   
Los cambios fisiológicos están producidos por modificaciones en el patrón de secreción de ciertas hormonas que finalmente conducen a la madurez sexual plena del individuo. A estos cambios les llamamos pubertad.

¿Cuáles son esos cambios a nivel fisiológico que llegan a afectar a nuestros hijos a nivel emocional y que los llevan a cambiar tan rotundamente el carácter y aspecto casi de la noche a la mañana?

Aumento en el tamaño de los testículos: El primer cambio que se observa en el niño y qué señala el inicio de la pubertad es el aumento de tamaño de los testículos.
Durante la infancia la acción de las hormonas llamadas gonadotropinas, producen un incremento de volumen testicular y hacen que estos produzcan la hormona esencialmente masculina llamada testosterona, y la maduración de las células que permiten la fertilidad (espermatozoides).  A partir de ese momento inician los cambios físicos en el joven.

Crecimiento del vello: Posterior al inicio del aumento de volumen testicular, empieza a aparecer vello púbico, posteriormente el vello se extiende a otras áreas del cuerpo como las axilas, la cara, el tórax, en algunos casos en el pecho y las extremidades.

Aumento del pene: Luego de estos cambios, el pene aumenta en tamaño y grosor, esto habitualmente se inicia hacia los 11 años y concluye alrededor de los 16.

La voz: Se vuelve más gruesa aunque en un principio puedea parecer disfónica (gallos) esto rápidamente se corrige.

La piel: Tendrás la piel más grasa y sudarás más que antes. Debes lavarte todos los días y utilizar un desodorante o antiperspirante durante el día para controlar olores.
Durante la pubertad,  pueden aparecer granos en la cara, en el cuello e incluso en el pecho y la espalda a esto se le conoce como acné,.  Ocurre por una pequeña infección en los poros de la piel, es importante no tocarse los “barritos”, cuidar la alimentación, hacer ejercicio, tomar mucha agua, dormir y tratar de no mirarse de forma tanfrecuente en el espejo, para no notar estos granos.

Estirón: Durante la pubertad ocurre el llamado estirón, enque el individuo vuelve a crecer rápidamente.  Esto sucede en forma relativamente tardía en los varones y se inicia una vez que las otras expresiones de la pubertad ya están en camino.  Generalmente este estirón se manifiesta entre los 11 y los 16 años y dura aproximadamente 3 años,durante este periodo los muchachos crecen entre 18 y 25 centímetros, aunque luego puede continuar creciendo lentamente aproximadamente hasta los 19 años.

Aumenta su masa muscular: Como consecuencia su fuerza,al mismo tiempo que la longitud de las extremidades, esto puede suceder tan rápido que el joven no puede controlar correctamente sus movimientos y se vuelve torpe.
Durante la pubertad tu cuerpo empieza a producir espermatozoides y muchos chicos empiezan a experimentar losllamados sueños mojados provocados por una eyaculación involuntariadurante el estado del sueño.  Son completamente normal, y no existe ninguna regla sobre cuándo empiezan o cuantas veces.

Cambios a nivel psicológico:
Es normal que el joven siente pereza, se vuelve distraído, narcisista y de carácter rebelde.  Como cualquier animal joven desea alardear de su virilidad con actitudes de macho. En ese momento el impulso sexual es muy poderoso, se siente invadido de una nueva fuerza que lo invita a compararse consus similares.
Durante la pubertad se definen muchos aspectos de la personalidad y por ende los jóvenes experimentan diversos temores, tales como:

Ansiedad por el fin de la niñez: Sienten que ya no son niños, pero tampoco son adultos. En cierta forma extrañan esa seguridad que les daba la niñez, en la cual los padres son una especie de figura heroica que les brinda protección y estabilidad.

Tienen un interés profundo por la sexualidad:  El estallido de hormonas en el cuerpo hace que vean a los miembros del sexo opuesto con una atracción que antes no sentían. Esto puede generarles alegría, curiosidad y hasta temor.

Cambios de peso:  Por ser una etapa en la que el interés sexual se despierta, también empiezan a preocuparse por su aspecto físico. Temen engordar y son presa fácil de trastornos de la alimentación como bulimia y anorexia.

Temor ante los cambios físicos: Por ser rápidos y abruptos, muchos adolescentes desarrollan cierto temor y ansiedad ante los cambios que ven en su desarrollo físico.

Empiezan a proyectar su vida:  Se imaginan cómo serán de mayores y se plantean a qué se quieren dedicar “cuando sean grandes”.

Buscan vínculos de pertenencia: Tribus urbanas, grupos políticos y se hacen fans de determinado grupo musicales. Esta es una forma de construir su identidad.

Amigos: Los amigos pasan a ser sus mayores aliados  y tienen a tener actitud rebelde ante los padres.
¿Qué puedes hacer tú como padre o madre para ayudar a que esta transición de tus hijos adolescentes sea lo menos traumática posible?

Háblales de sexo:  Es necesario eliminar el tabú. Aunque probablemente ellos ya sepan bastante (recuerdo esa broma en la que un padre le dice a su hijo: “es hora de que hablemos de sexo” y el hijo le responde:“dime qué quieres saber”), debes prevenirlos acerca de los riesgos a los que están expuestos como el embarazo y las enfermedades de transmisión sexual(ETS).

Apóyalos en sus decisiones:  Si muestran interés por algún oficio o demuestran atracción por alguna vocación procúrales actividades que esténrelacionadas, para que se enfrenten de cierta manera al mundo real y compruebensi es lo que les gusta.  Por ejemplo, situ hija muestra interés por la moda, sugiérele que se inscriba en un curso de confección o diseño para que encuentre si es lo que le apasiona.

Háblales de manera natural:  De los problemas causados por el consumo de drogas y hazles ver que deben tomar sus propias decisiones y que ya están enedad de tomar la correcta.  Trata de no imponerte porque sólo conseguirás su rechazo. Pero tampoco debes perder el timón, tú eres el/la guía.
Lo más importante es que desarrolles un vínculo fuerte de comunicación con tus hijos, para que exista confianza y ellos sientan que tienen un apoyo durante esta etapa que se conoce como pubertad, que es cuando se inicia la adolescencia.

“De la sana educación de lajuventud, depende la felicidad de las naciones” Don Bosco

Dra. Laura Camacho Alfaro
Licencida en Psicología 

Clínica Arvicana - Teléfono 2560-8001

lunes, 28 de mayo de 2012

La agresividad como un problema en la salud mental

Por Delio Carlos González Burgos.

Las frustraciones externas, son impuestas por el medio circundante. Por ejemplo, el niño puede desear intensamente un determinado juguete, pero las condiciones económicas de su hogar no le permiten adquirirlo.

Las frustraciones internas proceden del interior del individuo, o sea de su incapacidad física, mental o emocional para alcanzar un objetivo. Este tipo de frustración representa para la personalidad del individuo, una amenaza más seria que las externas, pues suele producir una considerable tensión emocional con los consiguientes trastornos de la conducta. Situación que vive nuestra sociedad, por la impotencia en aumentos en los combustibles, aumento en la canasta básica, salarios estables que no responden a esos aumentos, decisiones gubernamentales, todo esto genera impotencia y se traslada a la frustración.

La frustración produce agresión. Este tipo de respuesta puede dirigirse hacia la persona o personas que han causado la frustración, o bien contra un sustituto. También puede tornarse contra el propio individuo.

La agresión directa es un procedimiento al que se recurre con mucha frecuencia para sostener el amor propio frustrado. Si un niño es puesto en ridículo por un compañero, lo más natural es que trate de mantener su status atacando el otro a golpes. Pero si no se atreve a contestar directamente, puede encontrar su escape en una conducta agresiva en su casa, ya sea hostilizando a su hermano menor o desobedeciendo a sus padres, esto es un mecanismo de defensa llamada desplazamiento.

Cuando la agresión se vuelve hacia dentro es más peligrosa para la salud mental del individuo que cuando se exterioriza. En vez de culpar a los demás, el individuo se culpa así mismo. La autocrítica es necesaria y conveniente. Todos debemos conocer y aceptar nuestras limitaciones, pero cuando la agresión contra el propio yo se lleva a extremos injustificables, el “yo” se destruye psicológicamente, como ocurre, por ejemplo, en la esquizofrenia.

La agresividad humana es el producto de un instinto alimentado por una energía biológica e inagotable que en muchas ocasiones no necesitaba de un estímulo externo para que se produjera una reacción violenta, sino que esta reacción podría producirse en la medida que hubiere suficiente acumulación de esa energía biológica, sin la necesidad de la presencia de un estímulo externo (S.Freud).

Aspectos a resaltar de la violencia

1. La violencia existe y ha existido en la mayoría de las culturas, tanto en la realidad como reproducida o incorporada.

2. La agresión humana es el producto de un impulso interno que podía desencadenarse independientemente de que existiera o no un estímulo externo, capaz de provocar dicha conducta.

3. La personalidad puede variar de acuerdo con el modelo cultural común a la sociedad que se refiera, sin embargo existe una unidad psíquica de la humanidad.

Recomendaciones

1. Es necesario que los padres y madres de familia y educadores, comprendan la magnitud de la agresión, ya que un niño agredido, cuando sea adulto será agresor. La agresión en el ser humano se debe a un impulso motivado por un estimulo externo, pero se debe enseñar a controlarlo.

2. Es necesario que los hogares controlen los programas televisivos que pueden ver sus hijos, ya que la mayoría de ellos están cargados de violencia y odio. Se deben cultivar los valores, practicarlos, vivirlos como modelo, para que el niño de hoy que será el hombre del mañana no sea agresivo y no cultive la violencia dentro de su personalidad.

3. Es necesario que se deje de comercializar la violencia y agresión a través de programas y videojuegos.


Dra. Laura Camacho Alfaro
Licenciada en Psicología

Clínica Arvicana
Teléfono 2560-8001

viernes, 25 de mayo de 2012

Hábitos Alimenticios

Para poder inculcar en nuestros hijos hábitos de alimentación saludables se recomienda tomar en cuenta lo siguiente:

No utilices el alimento como premio o castigo: “Si no te comes todo, no podrás ver la televisión” o “Si no recoges la ropa del cuarto, no hay postre”.  Es contra producente utilizar esta táctica con los niños ya que éste debe entender la comida como un hecho cotidiano y básico y no como una herramienta para disuadir.

No nos olvidemos que nuestro pequeño copia nuestro comportamiento.  Es muy importante por lo tanto que vea en nosotros el placer de comer.  Comer implica muchas más cosas que el simple hecho de engullir y digerir.  Ponle cuanto antes a tu lado en la mesa junto con el resto de la familia y haz de ese instante un momento de convivencia.

No frenes su desarrollo:  Para el niño es tan importante el gusto como el tacto en el descubrimiento de los alimentos. Por eso se le debe permitir tocarlos y hasta embadurnar la mesa. Debe empezar a usar la cuchara cuanto antes, sin importar que juegue con la comida o que se ensucie. Esto no es debido a su falta de habilidad, estas acciones son deliberadas. Cuando el niño se sitúa en la etapa anual y el medio tolera esta acción, se le está ayudando a que se alimente a sí mismo, con sus manos y poco después podrá realizar con facilidad y rapidez la transición al uso de la cuchara.

Lo mismo ocurre con el paso de la alimentación blanda a la sólida. Cuanto más tardemos en introducir la alimentación sólida, más difícil será, pues los niños se aferran a la etapa anterior, cuando se alimentaba succionando.

Al frenar su interés en probar otros alimentos que no sean el puré o la papilla, estás impidiendo su crecimiento psicológico y sus ganas de ser mayor. Él debe darse cuenta de que valoras esos pasos que da hacia la independencia. Del mismo modo llegará un momento que ellos rechacen los purés y las papillas, pero suele ser pasajero y puntual cuando pasa a la alimentación sólida, volviéndolos a aceptar al poco tiempo.

Respetar un horario fijo de comidas: Comenzamos así a crear un hábito.  Si se le hace esperar demasiado tiempo o se le da la comida cuando no tiene hambre, la situación llegará a convertirse en un problema.

No comer entre comidas: El niño pequeño debe hacer cuatro o cinco comidas al día y no se le debe permitir picar fuera de las horas asignadas para el alimento.  Por tanto no hay que fomentar los ciertos hábitos que pueden afectar que el pequeño coma en las horas establecidas, como por ejemplo: comer galletas, helados, confites, entre otros.

Debe comer en un sitio destinado para ello y procurar que siempre sea el mismo:  El sitio por excelencia para compartir los alimentos en familia es el comedor o la cocina, por tanto es ahí donde deben realizarse todos los tiempos de comida siempre.  Debe aprender que no puede levantarse hasta que no termine de comer, aunque si hay más gente en la mesa no se le puede obligar a permanecer en ella hasta que todos terminen -para un niño pequeño esto resultaría un esfuerzo excesivo.

Proporciónale una alimentación variada… y cuanto antes mejor:  Cerca de los seis primeros meses la nutrición comienza a ser variada y es entonces cuando debemos comenzar a inculcar los buenos hábitos alimenticios.  Haz funcionar las papilas gustativas de tus hijos e introduce poco a poco todos los alimentos habituales en la nutrición infantil, para que se acostumbre desde el principio. No hay que darse por vencido ante el primer “no”, ya que éste puede ser meramente circunstancial; los niños necesitan algo de tiempo para aceptar un alimento nuevo, hay que tener en cuenta que todos los sabores son desconocidos para ellos. Si rechaza algo nuevo hay que volver a presentárselo unos días después y siempre poco a poco, que lo pruebe, luego dos cucharas, después tres... hasta que llegue el día que coma todo el plato.

Un error gravísimo en el que caen muchas madres es prepararle sólo las comidas que saben que le gustan para evitar el conflicto a la hora de comer.  La madre tiene que decidir lo que debe comer el niño, no al contrario. Si no lo quiere, no se le debe preparar otro plato y es mejor que no coma a que él decida lo que va a comer.
Otro error que debemos evitar es el transmitir negativamente nuestros gustos culinarios a nuestros hijos, inconscientemente lo hacemos y no les ofrecemos aquellos alimentos que a nosotros no nos gustan. Esto, sin querer, se va heredando de padres a hijos. Hay que darles de comer de todo, aunque no nos guste comerlo o prepararlo. Nosotros somos el modelo a imitar y los niños aprenden imitándonos en todo. Si nunca te ve comer fruta ¿cómo pretendes que él la coma?

Esto no quiere decir que deba gustarles absolutamente todo.  Hay platos que no gustan y esto es normal y se debe respetar.  Si un niño come una alimentación variada y sana, no pasa nada porque haya algún alimento que no le guste.

No fomentes la actitud pasiva en el niño: entreteniéndole con cuentos, juguetes o televisión mientras le das de comer cucharada a cucharada.

La hora de la comida es la hora de la comida, no es la hora de ver la televisión.  Se le debe invitar a un diálogo animoso para que le sea más grato el almuerzo, pero que sea él el que coma.  El niño tiene que darse cuenta que está comiendo, disfrutando del momento, saboreando la comida, dándose cuenta si está fría o caliente, del olor, etc.

Ponle una cantidad adecuada para que se termine el plato: Es mejor que repita  a que se desanime ante un plato muy colmado ante el cual se sienta incapaz de terminarlo. Para el niño es muy gratificante terminarse todo y luego pedir más. Si la comida consta de dos platos, modera el primero para que pueda comerse el segundo.

Si el niño pide repetir, se debe terminar el plato. Hay muchos niños que piden más comida o una galleta y luego la tiran a la basura. Si la ha pedido, debe comérsela para que aprenda a modular su apetito y sepa dosificarse.

No puedes exigir muchas normas en la comida desde el primer momento: Las reglas tienen que ser secuenciadas y priorizadas: primero que coma, después ya puedes introducir normas como utilizar la cuchara, no meter las manos en la comida, sentarse correctamente, no ensuciar la mesa, cerrar la boca, recoger su plato.

Dra. Laura Camacho Alfaro
Licenciada en Psicología

Clínica Arvicana
Teléfono 2560-8001

jueves, 24 de mayo de 2012

Mi hijo no quiere comer


¿Se molesta tu hijo cada vez que se sienta a la mesa? A menudo, para muchas familias, la hora del desayuno, almuerzo o cena se convierte en una verdadera lucha y en una guerra continua entre padres e hijos. ¿Qué debemos hacer cuando el niño no quiere comer? La base fundamental es de todo es no perder la calma.

Probablemente la actitud de rechazo del niño a los alimentos perturbará el compartir familiar y puede resultar bastante molesto, sin contar con la impresión de tener que ceder ante el poder del niño, es importante no perder la paciencia ante un hijo inapetente y no ceder ante la presión que ejerce.
La relación del niño y de la madre está estrechamente vinculada con la alimentación. Cuando el niño se enoja con la madre, su molestia puede expresarse en el rechazo de la comida que ella prepara: el comer puede ser un símbolo de lucha entre el hijo y la madre y el rechazo de ésta un síntoma de algo más.

Algunas causas

1. Los padres pueden eventualmente equivocarse en el tamaño de las porciones y quieren que su hijo coma más de lo que necesita.

2. El entorno familiar puede afectar el apetito del niño, como por ejemplo:  el nacimiento de un hermano, falta de dedicación por parte de sus padres, un deseo de llamar la atención o cualquier cambio en su vida…

3. Contrariamente hay niños que toman la postura contraria y devoran sin degustar la comida. Esta voracidad ante el alimento nos está hablando de un problema sin resolver. Debemos reflexionar y atender a las causas de esta ansiedad, además de procurar motivarle para que coma más despacio, saboreando los alimentos y tomando una postura reposada en la comida.

4. El niño puede convertirse también en el niño inapetente manejado por una madre autoritaria y nerviosa que crea un ambiente tenso de disgusto, con prisas y amenazas en vez de hacer de la hora de la comida un momento de encuentro y diálogo, de tranquilidad y afectividad.

5. Otro tipo de niño es el que come a cualquier hora menos a las horas de las comidas. LO que evidencia una falta de límites o en su defecto una falta de congurencia en los límites ya establecidos en el hogar.

6. Es frecuente también que durante la enfermedad, el apetito descienda a un bajo nivel. Los niños comen mal por razones fisiológicas, por esa razón cuando están convalecientes y les forzamos a comer, podemos introducir factores emocionales y transformar el comer en un símbolo de lucha entre la madre y el hijo que puede alargarse posteriormente a la enfermedad. En cambio, cuando no se le obliga y se cura de la enfermedad, al volver al nivel normal, la necesidad de alimento regresará a sus normas anteriores.

Un punto importante es tomar en cuenta la fase evolutiva en la que está el niño para comprender la apetencia o rechazo de ciertos tipos alimentos. Los bebés comen mucho, ya que el crecimiento que experimentan a lo largo del primer año es muy grande, siendo más pausado a partir del segundo año. Al introducirle la alimentación sólida, ya no necesitan ingerir tanto, pues están recibiendo una alimentación equilibrada y sana. No hay que “atiborrar” a los niños y pensar que cuanto más coman, más sanos estarán.

La hora de la comida es importante crear un ambiente familiar óptimo, apropiado para la socialización, el diálogo y la relación afectiva con el niño. Por tanto es importante crear una atmósfera agradable, de charla e intercambio. Cuando se produce tensión y disgusto, podemos llegar a crear un niño inapetente, sólo por nuestra actitud negativa de gritos, ademanes bruscos o impositivos.

Hay que tener en cuenta que en estas edades el niño es un ser muy activo y por tanto debemos servir la comida con mucha agilidad y motivar al niño para que no se dilate demasiado la hora de la comida. Es preferible quitarle el plato en un tiempo prudencial que dejarlo durante horas delante de él.

Otro factor que hay que tener en cuenta es que el niño en estas edades desarrolla intensamente sus conocimientos a través de los sentidos. Le gusta verlo y tocarlo todo. Hay que permitir por lo tato una flexibilidad en cuanto a los hábitos en la alimentación para que el niño tome parte activa en la misma pues, tocando los alimentos y jugando con la cuchara, aprenderá pronto a comer solo.

Incentivándolo para valerse por sí mismo ante la comida, estamos consiguiendo un interés y apetencia por la misma. Además fomentamos la independencia y fortalecemos su autoestima.


Dra. Laura Camacho Alfaro
Licenciada en Psicología.

Clínica Arvicana
Teléfono: 2560-8001

martes, 15 de mayo de 2012

Dejando los pañales

Todo aquel ser humano que se aventure en la titánica labor de ser padre o madre, tendrá que atravesar la etapa de que su hijo deje los pañales.



En algunos casos el aprendizaje del niño en esta actividad es muy sencillo, en otros definitivamente no lo es. Por tanto consideré importante compartir algún tipo de información que les pueda ser útil antes y durante este proceso de desarrollo.



El dejar los pañales no es simplemente un evento, no debe verse como una acción en la cual papá y mamá se van a economizar cierta cantidad de dinero mensualmente; en realidad este proceso va a colaborar grandemente con el logro de autonomía, autoestima y madurez emocional del niño.



No hay una edad o tiempo exacto que se pueda sugerir para comenzar con el entrenamiento, no obstante estudios revelan que los niños han alcanzado su madurez biológica, afectiva y psicológica para este proceso, alrededor de los dieciocho meses de edad. Tiempo en el cual papá y mamá, pueden considerar el hecho de que el niño comience a dejar los pañales.



Es determinante que el padre y la madre desarrollen ciertas habilidades para ayudar al niño en esta nueva aventura y que éste pueda experimentar y vivir este proceso de la forma más natural y sana posible.



Se recomienda que ambos se sienten a dialogar y negociar de qué forma van a llevar el proceso, en cuales cosas están de acuerdo y en cuales no para poder buscar un punto en común y de esta forma no afectar al niño durante el entrenamiento.



Algunas recomendaciones:



  • Permitir que el niño los acompañe al sanitario cuando él así lo desee, para que se familiarice con el uso del mismo.
  
  • Iniciar el entrenamiento en fin de semana cuando ambos estén en casa con el niño.
  • Tener claro que es un trabajo en equipo.

  • Armarse de paciencia y tolerancia.
 
  • Respetar los tiempos del niño.

  • Ser coherentes y claros.

  • Estar atentos, ser muy observadores.

  • En caso de que se sientan cansados, molestos, tratar de que canalizar estas emociones de forma que el niño no las perciba como amenazantes.

  • Motivar en todo momento al pequeño por mínimo que consideren que es su avance.

  • Cada deposición debe hacerse en el sanitario si el pequeño externa algún temor se pude comprar uno similar y más pequeño, hay variedad de diseños, tamaños y colores, le mismo debe ubicarse siempre en el baño.

  • Aro reductor.

  • Escalones.



Etapas:



El niño básicamente va a enfrentar tres etapas, el éxito de las mismas va a depender mucho de los ingredientes anteriores, las mismas son:



  • Va a continuar haciendo sus necesidades en el pañal, dependiendo de la necesidad que haya hecho, le vamos a reafirmar la mismas con toda naturalidad: “Hiciste caquita en el pañal”, “Hiciste orines en el pañal”.  Posteriormente lo invitamos a realizar el cambios de pañal que sea él en la medida de lo posible quien busque lo escoja, aliste los toallitas húmedas, la crema y lo que acostumbren utilizar para realizar el cambio del mismo.


  • En esta etapa, es fácil identificar cuando el niño ya está  haciendo su necesidad fisiológica en el pañal, papá p mamá al estar en el proceso de entrenamiento, están más pendientes de gestos y formas en que el niño evidencia lo anterior.  Si es así, le preguntamos al niño con una gran sonrisa y mirándolo a los ojos; ¿“Estás haciendo orines”? o bien ¿”Estás haciendo caca”? y él va a responder o asentir con la cabecita.  Luego le invitamos a hacer el cambio de pañal, siguiendo la dinámica anterior.  
 
  •  Cuando el pequeño ya esté en capacidad de avisar y llegue al baño con el pañal limpio, se le pregunta con naturalidad cual de las dos cosas quiere hacer, orines o caquita y se le ayuda en la medida en que solicite.  Es importante darle un tiempo prudencial de unos cinco minutos, puede ser que sintiera ganas pero se haya retardado la acción refleja.

Con este acompañamiento el niño se va a sentir seguro de ir solito al servicio sanitario o de avisar cuando efectivamente tenga ganas de hacer su necesidad.  No es necesario recompensar los avances del niño con algún tipo de premio, lo que si no puede faltar, son los besos, abrazos, gestos y palabras de aprobación y motivación.

Finalmente cuando el pequeño avisa durante el día y no hace sus necesidades en el pañal ya es tiempo de cambiar este por ropa interior.  Posterior a esto si el niño pasa dos semanas con ropa interior, ya logra ir solito al baño y en pocas ocasiones avisar, ya es tiempo de empezar a dejar durante la noche.

En la medida de lo posible, se recomienda que sea el niño quien avise y no papá y mamá quienes constantemente pregunten si desea hacer alguna necesidad, esto a fin de no crear dependencia y arriesgar que el pequeño se desentienda de sus vivencias internas, es contraproducente que se acostumbre a dejar el control de sus necesidades en el adulto que lo acompaña.

Si después de los tres años, el niño aún no logra si quiera avisar que desea hacer su necesidad en el servicio sanitario se recomienda llevarlo con un médico pediatra para descartar que no haya algún problema en la parte fisiológico.  De no presentarse nada se sugiere la visita a un profesional en el área de la psicología.


“Los hijos aprenden poco de las palabras; sólo sirven tus actos y la coherencia de éstos con las palabras” Joan Manuel Serrat


Dra. Laura Camacho Alfaro


Clínica Arvicana      Teléfono 2560-8001

sábado, 12 de mayo de 2012

Los Hijos en el Divorcio


Uno de las casos mas comunes en la practica profesional es el tratamiento de los hijos que han sufrido el divorcio de sus padres. Aquellos niñas y niñas, jóvenes o adolecentes, que al momento del divorcio de sus progenitores, pierden el contacto cercano con su padre, siendo que en muchas ocasiones el contacto de los hijos con su padre se limita al mínimo y en muchos casos se llega a distanciar.


Lastimosamente muchos padres han sido educados en la errónea creencia de que las madres son las responsables de la crianza y que la función del hombre está únicamente limitada al mantenimiento económico y a la disciplina, por eso no escapamos de al leer esto recordar a nuestras madres decir “… si no hace caso le digo a su papá”. Este factor limita la intervención del padre en la crianza y desconocen que su papel es vital para el desarrollo y crecimiento del niño. Pero mas lastimosamente, es que muchas madres piensan igual.


Derivado de esta condición es más probable que los hijos tengan problemas emocionales y de personalidad, si el padre no forma parte integral en su educación después del divorcio de ocurrido el divorcio y después de que el padre ha salido del hogar. He comprado casos donde los niños que pierden la figura masculina paterna en su hogar después del divorcio, no se desempeñan tan bien en los ámbitos escolares ni sociales como los que si tienen el padre presente en el hogar. Indicar que si esto afecta mas a un varón que a una mujer , sería arriesgado ya que cada caso de evaluarse individualmente, he comprado que los problemas en las niñas se hacen más evidente cuando entran en la adolescencia. 


Las jóvenes que tienen un papá ausente tienden a tener más dificultades  ya que se relacionan con menos seguridad con los varones, o bien tienden a establecer lazos con compañeros en busca de esa figura paterna. Las mujeres que sufrieron abandono de su padre suelen en muchas ocasiones tener más matrimonios inestables e insatisfactorios, lo que puede derivar en procesos de divorcios, si los comparamos con los que si tuvieron una figura paterna estable dentro del hogar.


Quiero advertir que a pesar de estas consideraciones expuestas, no todos los niños(as) sin padre en el hogar llegan a sufrir algún tipo de trauma, algunos se adaptan sin mayor inconvenientes, sobre todo cuando han tenido figuras masculinas sustitutas o madres que han tenido un rol competente que suple la carencia del papá en el hogar. 


Es importante señalar que cuando el padre no se ocupa adecuadamente de sus hijos después del proceso de divorcio, en lugar de fomentar la alegría e ilusión de que el padre va a ocuparse de los niños(as), conviene que se les hable con la verdad: Que el padre no volverá a visitarlos de forma frecuente ya que él debe vivir en otro sitio, mas que su padre lo quiere. Indudablemente las falsas promesas generan sentimientos de desconfianza y desilusión, que tarde o temprano llegan a repercutir en los niños(as). Aunque conozco que es una realidad dura, la madre no debe pensar en evitar conversar sobre esto con sus hijos, y preferiblemente llegar a hacerlo juntos, para ello el psicólogo puede colaborar dentro del proceso, ya que se trata de una serie de eventos que bien manejados resultan menos dolorosos.


A la hora de conversar con los niños(as) el tema de la separación y la eventual ausencia del padre  puede explicarse en un lenguaje simple para los menores, e indicando que se trata de que los padres no pueden convivir juntos, mas que ambos quieren y aman a sus hijos, y que eso no significa que los niños(as) sean malos o hayan actuando de alguna manera que generó que su padre se fuera. Esto para evitar futuros casos donde los menores sienten que los padres se separaron por una falla, un error o una conducta producida por ellos.

 

Algunas recomendaciones importantes a la hora de afrontar una separación y/o divorcio y haber hijos:

 
  • Hablen con la verdad, sin ser hirientes el uno con el otro y digan a sus hijos que se divorcian por ustedes y no por ellos, recuerden que una palabra mal dicha duele toda la vida.
 
  • Para el Padre que tome en consideración que el divorcio es de quien fue su esposa, mas no de los hijos, ya que son también parte de él. 
 
  • Establezcan responsablemente un horario de visitas para con hijos, y cúmplanlo. 
 
  • No teman buscar ayuda de un profesional en Psicología que les ayude en el proceso.

 

Dra. Laura Camacho Alfaro

 

Clínica Arvicana   -   Teléfono 2560-8001

miércoles, 9 de mayo de 2012

Auxilio, que pasa con mi hijo?


Muchos padres ya entraron en angustia, caos y desesperación al ver que se acercan los exámenes finales del primer trimestre o bien están en espera de los resultados de los mismos.

Hay un malestar generalizado y los padres contantemente se preguntan:

• ¿Porque sus hijos estudian tanto y salen mal?

• ¿Porque tienen la mayor parte de herramientas convencionales y tecnológicas para su aprendizaje y los resultados son tan negativos?

• ¿Será contraproducente que su hijo estudie en el cuarto?

• ¿Su hijo estudia con música, será esta la causa del bajo rendimiento en los exámenes?

• ¿Escogí la escuela o colegio de mi hijo en base a mis necesidades o las de él?

Estas son algunas de preguntas que los padres llevan a consulta, luego de empezar a ver deficiencias en el desempeño académico de sus hijos.

No obstante no se hacen otra serie de cuestionamientos importantes, que efectivamente si pueden estar afectando de forma significativa el resultado de sus hijos en la escuela, el colegio o bien la universidad, tales como:

• ¿De qué forma aprende mejor mi hijo?

• ¿Cuáles son sus áreas de aprendizaje más fuerte y cuáles las más débiles?

• ¿Tiene y aplica diferentes técnicas para estudiar?

• ¿Logra comprender y no solo memorizar la materia?

En la mayoría de los casos hay un gran preocupación, sobre los resultados negativos del rendimiento académico, más no se profundiza en las verdaderas acusas de este. Es aquí donde los padres de familia comienzan a lacerar el autoestima de sus hijos culpabilizándolos, reprochando la carga económica que genera su estudio, llamándole vago, irresponsable, tonto, desconsiderado, entre otros tantos señalamientos negativos.

La educación de los hijos inicia en casa, la responsabilidad de formar no le compete solamente al centro educativo, es realmente un trabajo en equipo.

Hay tres elementos fundamentales que deben de existir, para que la formación académica de sus hijos sea un éxito y no un dolor de cabeza:

1. Límites: los padres deben, desde edades tempranas confeccionar un horario de estudio en conjunto con sus hijos, para facilitar el generar hábitos de estudio. Es importante tomar en cuenta la edad del niño, la carga académica que tiene, el horario de la escuela, el tipo de educación y método que se utiliza en la escuela, entre otros. Para recabar información de corte técnico es bueno que el padre de familia se acerque al centro educativo y pueda evacuar sus dudas con ayuda del docente. Al aplicar límites se debe ser coherente y firme; una de las consecuencias educativas de una falta de habilidad a la hora de establecer las normas y de marcar los límites puede ser la falta de respeto, que se produce cuando hablamos demasiado, exageramos en la emoción, y en muchos casos, nos equivocamos en nuestra forma de expresar con claridad lo que queremos o lo hacemos con demasiada autoridad.

2. Técnicas de estudio: No se traen de forma innata métodos de estudio o técnicas que faciliten nuestro aprendizaje, esto se aprende con el tiempo, por medio de ensayo error. Cuánto mejor organizado está el estudio, menos esfuerzo y menos tiempo exige, y son mejores los resultados que se obtienen.

Por tanto los padres de familia deben entender que los hijos son diferentes a ellos, diferentes a sus hermanos, primos y amigos, en el tema de adquirir conocimiento. Los padres deben acompañar a sus hijos a descubrir cuál es el tipo de aprendizaje que mejor le funciona al estudiar la materia para un examen y entender que ninguno de ellos es bueno o malo.

Los tipos o estilo de aprendizaje más comunes son: auditivo, visual y kinestésico.

Los padres de familia no son expertos, por tanto no tienen que saber cuál es el estilo de aprendizaje que mejor le funciona a hijo, en este caso se recomienda que el docente le pueda guiar e inclusive logre ayudarle con algunas técnicas. En caso de que no haya anuencia por parte del centro educativo para colaborar, se recomienda buscar alguna persona conocida con experiencia y preparación en el área académica.

3. Autoestima: la motivación que el estudiante tenga a la hora de asistir a clases, llegar a casa a cumplir con sus deberes y prepararse de forma adecuada para un examen, depende innegablemente de su autoestima. Si un niño o joven, no siente deseos de estudiar, crear por sí solo, si al primer fracaso se rinde y quiere salir del colegio, esto evidencia que su autoestima es baja. Las consecuencias de esta desmotivación van a ser el enojo y reproche de los padres, lejos del diálogo, el acompañamiento y la convivencia fraterna para buscar una solución al problema que el muchacho enfrenta en este momento.

Qué factores inciden en que el estudiante tenga baja autoestima?

• Crianza rígida e inflexible: ante errores no esperados.

• Exigir un comportamiento intachable y calificaciones excelentes.

• Proyectarse en los hijos y esperar que estos lleguen hasta donde “el padre o la madre no pudo llegar”.

• Menos preciar al muchacho: pobrecito, él/ella “no puede”

• Mamás que dedican años a estudiar con sus hijos y no les permiten desarrollar su potencial.

• Sobreprotección con respecto al estudio: estudian por sus hijos, leen los libros por sus hijos y se los explican, hacen las tareas por ellos con la finalidad de que ganen el premio de fin de curso.

• Comparar las calificaciones y desempeño de los hijos.

• No permitir que el niño o joven, convine el estudio con la práctica de otra actividad, por ejemplo practicar algún deporte, pintura, teatro, entre otros.

Es muy importante que el estudiante sienta que el padre de familia está involucrado de forma activa, no invasiva, con su proceso formativo, es transcendental asista a reuniones, comunicar a la maestra o profesor guía cualquier cambio significativo que se de en el entorno familiar o propiamente en la persona.

Un buen entorno familiar, propicia el ambiente socio-emocional propicio que el niño o joven requiere para su progreso en general y enfrentar el reto de ser un buen estudiante, de acuerdo a sus capacidades y destrezas no solamente a las expectativas que tengas sus padre.

Para una convivencia sana y un buen desempeño escolar es determinante que los padres estén de acuerdo con respecto a los límites que se establezcan en casa, deben llegar a un punto en común respecto al valor del estudio para ambos, ambos padres deben participar en la formación de sus hijos y que ésta no se recargue solamente en la madre. Algunas veces la madre que sale a trabajar diariamente, siente culpa del bajo rendimiento de su hijo al no estar en casa y poder supervisarlo o bien estudiar con él.

Estas son algunos cambios que se pueden implementar en casa para mejorar el rendimiento académico de los hijos es importante recordar que el buen desempeño va a depender de un buen trabajo en equipo:

• En la medida de lo posible tener un lugar en casa destinado para este fin.

• Tener a mano todo lo que se necesita para estudiar; cuadernos, libros y lo que el estudiante requiera de acuerdo a su estilo de aprendizaje.

• Eliminar del lugar de estudio todos los distractores posibles (televisor, radio, juegos de video, teléfono celular).

• Planificar el tiempo de estudio: Establecer horarios, así como se establecen horarios para levantarse, para acostarse, para las comidas, también se deben establecer horarios para estudiar.

• Un horario de estudio bien planeado permite atender todos los intereses y necesidades en una secuencia, proporción y equilibrio adecuados.

• Priorizar: Empezar por las materias que representen un mayor grado de dificultad, evitar dedicar mucho tiempo a las materias que son más fáciles de asimilar.

• Ser contante: Estudiar diariamente el mismo periodo de tiempo y a la misma hora.

• Tener un tiempo de descanso: esto va a depender de la edad del niño o joven, en edad escolar es recomendable un periodo de 30 o 45 minutos seguidos como máximo y un receso de 10 minutos en promedio.

• Desarrollas el hábito positivo de estudiar todos los días un poco, por el contrario no se debe estudiar mucho en periodos cortos de tiempo.

• Estudiar habitualmente una o dos horas, según las necesidades.

• Si se adquiere una rutina para estudiar a determinada hora todos los días y se evita hacer cualquier otra cosa durante ese mismo tiempo, estará en las mejores condiciones de no interrumpir el estudio por una deficiente administración del tiempo.

"Nunca consideres el estudio como una obligación sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber." Albert Einstein

Dra. Laura Camacho Alfaro
Licenciada en Psicología

Clínica Arvicana
Teléfono: 25608001

laura@consumolaw.com

lunes, 7 de mayo de 2012

El Valor de la Amistad

De lo más hermoso que Dios nos ha dado es la verdadera amistad, esa bendición divina de ponernos en nuestro camino esas personas especiales que llenan nuestros momentos con alegría, con su compañía y apoyo desinteresado.  

Muchas de las grandes amistades que han existido se han formado entre personas totalmente diferentes tanto en carácter como en pensamiento, y muy diferentes entre sí, pero perduran en el tiempo porque predomina el respeto mutuo.
 
En cuanto al origen de la palabra Amigo(a) no existe mucha referencia, mas hay dos significados que quisiera compartir con ustedes hoy, La primera dice que “amigo” proviene del latin “amicus” palabra derivada del verbo “amare” (amar). La segunda referencia dice que proviene de “animi” que significa “alma” y “custos” (custodia), es decir “Amigo” sería el que “guarda o custodia tu alma”, parecido a este otro que dice que “amigo” proviene del griego “a” que significa “sin mi” y “ego” que significa “yo”. Es decir “amigo” sería aquel con quien uno se identifica.
 
Pues bien, recordemos que ese amigo(a), es alguien humano con defectos y virtudes, tan humano como usted.  Muchos de nuestros “defectos” nacen producto de los patrones de conducta que hemos adquirido de nuestra familia, experiencias de vida difíciles, nuestra educación e interacción en sociedad en general. 

Cuando una persona confía en nosotros y nos demuestra su afecto, debemos ver lo positivo que hay en ella y la oportunidad de enriquecernos aprendiendo de sus virtudes y aceptándola tal cual es.
 
Hay personas que tristemente no tienen amigos, porque quieren que las personas con quienes se relacionan, sean perfectas, tanto para ellos como para suplir y satisfacer sus necesidades.  La amistad es una relación mutua, es decir necesita de dar y recibir, y ese dar y recibir debe ser correspondido siempre, sino, no estaríamos hablando de una amistad verdadera.
 
Es trascendental entender y aceptar que todos somos diferentes y que la verdadera amistad consiste en armonizar nuestras diferencias y apreciar más a fondo lo mejor de nuestros amigos, aceptando aquello que no es placentero, pero que forma parte de su carácter y personalidad.
 
El buen amigo jamás anulará al otro sino que lo hace crecer, es su compañero y un facilitador de sus muchas posibilidades.  Sufre cuando el otro sufre y se alegra cuando el otro se alegra;  no es envidioso, ni prepotente ni se aprovecha de del otro. La amistad exige el fiel sentimiento de la sinceridad, la comunicación sin trampas ni exigencias, la entrega mutua sin egoísmo, la preocupación honesta por el otro, la confianza sin límites, la paciencia, el respeto a las ideas, aceptar la  forma de vida del amigo, el saber escuchar, saber perdonar, el ser fiel a la amistad aunque se esté lejos.
 
La lealtad es quizás la característica, por excelencia, de una buena amistad.  Esto, por cuanto, muchas veces por el ajetreo diario del trabajo, estudios u otras preocupaciones, no es posible muchas veces ver a los amigos con la frecuencia que quisiéramos.  Por tanto haciendo uso de la tecnología, debemos sacar tiempo para enviar un mensaje a un teléfono móvil, escribir un correo electrónico o en el mejor de los casos hacer una llamada telefónica.
 
También se demuestra la lealtad, acompañando a nuestros amigos en tiempos  de bonanza o bien en tiempos difíciles.  Especialmente si están enfermos, han sufrido algún tipo de pérdida o bien atraviesan un momento de dificultad en cualquier área de su vida. Sin lugar a dudas, la verdadera amistad se demuestra en los momentos de prueba, en momentos en los que los conocidos te dan la espalda, pero los amigos de verdad te ayudan a levantarte y hacen suyo tu problema.
 
Es muy común que cuando una persona vive en la prosperidad le sobren amigos, pero cuando no lo es, más bien le falten amigos.  Cuando la amistad es real y transparente, no debe existir interés material, el único interés que prevalece es el que se tiene por la persona misma, tal cual es.  El interés por disfrutar juntos lo positivo de la vida; interés por crecer juntos; interés por aprender juntos; interés por disfrutar de la compañía de los amigos sin importar si son ricos ó pobres, si te pueden dar algo ó no.
 
Por ello resulta importante aprender a discernir entre los verdaderos amigos, y quienes no lo son, quienes se acercan por interés, o por el gusto de disfrutar una buena compañía.  Sobre el cómo saber cuál es el verdadero amigo(a), no hay nada escrito, es un camino que se inicia con bases como la confianza, la comunicación, la lealtad, el apoyo, la honestidad, y si estos valores se dan, podemos estar claros que tenemos a alguien especial a nuestro lado, un verdadero amigo y solo el tiempo dirá si efectivamente esa persona especial es digna de llamarse amigo.
 
Como amigos podemos sentir empatía y solidarizarnos especialmente con el sufrimiento de quienes queremos de verdad. Los verdaderos y auténticos amigos tienen la capacidad de entender y compartir los problemas, los sentimientos, las alegrías, en fin, las emociones en sí mismas, pero sin hacer juicios de valor que condicionen o restrinjan esa amistad sincera.
 
Cualquier alegría es mucho más grande, cuando se comparte con alguien; cualquier tristeza es más llevadera cuando se puede descargar en un amigo, un problema compartido ya es un problema medio resuelto.
 
Y como el tema de hoy es el valor de la amistad voy a compartirles un pensamiento de mi mejor amigo, alguien que me honra con su compañía y amistad sincera, transparente e incondicional desde hace muchos años; “La amistad verdadera es lo que nutre el amor y el cariño que tengas con alguien, es por ello que lo que primero que debes hacer es construir una amistad sólida y reforzarla día con día, porque la amistad es lo que al final siempre te mantendrá unido a esa persona especial”.
 
A manera de conclusión comparto una leyenda árabe que relata un episodio en la vida de dos amigos que viajaban por el desierto y en una parte del viaje tuvieron dos eventos, los cuales reflejan el verdadero valor de la amistad:

… “Caminando por el desierto dos amigos llegaron a discutir, y uno de ellos le dio una bofetada en el rostro al otro

El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena:
HOY, MI MEJOR AMIGO ME PEGO UNA BOFETADA EN EL ROSTRO.

Siguieron adelante su camino y llegaron a un Oasis donde decidieron bañarse.

El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, por lo que el otro se lanzo al agua y lo salvo quien lo había abofeteado.

Al recuperarse tomó un cincel y un martillo y escribió en una piedra:
HOY, MI MEJOR AMIGO ME SALVO LA VIDA.

Intrigado, el amigo preguntó:
¿Por qué después que te lastimé, escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra?

Sonriendo, el otro amigo respondió:

Cuando un gran amigo nos ofende, deberemos escribir en la arena donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo por completo; por otro lado cuando nos pase algo grandioso, deberemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón donde viento ninguno en todo el mundo podrá borrarlo.”


Dra. Laura Camacho Alfaro                               

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viernes, 4 de mayo de 2012

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El Optimismo en nuestra vida diaria y como alcanzarlo


Esta  comprobado que nuestros pensamientos son los gobernantes de todas nuestras acciones, de tal manera que si piensas que lo que te rodea es malo, actuarás en consecuencia de ello y muy probablemente serás desconfiado y estés disgustado la mayor parte del tiempo con ocasión de solo pensar así. Pero si por el contrario procuras encontrar algo bueno en lo que te rodea, habrá un cambio positivo dentro de ti, y probablemente este mejore tu vida y saques partido de lo que tienes.
Esta reflexión es lo que nos lleva a comentar el día de hoy el Optimismo en nuestra vida diaria y como alcanzarlo.  Es el conflicto entre el lado negativo de las cosas versus el lado positivo, ya que vienen a ser nuestras actitudes las que  influyen en nuestros estados de ánimo, mismas que afectan directamente nuestra cotidianeidad. 

Partamos de las definiciones comunes de los optimistas, los cuales son llamados "pesimistas mal informados", asimismo como ingenuos que los catalogan, se les juzga de no captan todos los aspectos de la realidad, o bien se le sentencia que antes o después se rendirán a la evidencia de que la vida es un cúmulo de problemas tan frecuentes como de difícil solución.  Te parece familiar esta acotación?

Soy participe de que ser optimista no equivale a ser frívolo o inconsciente, más bien el optimista, es la persona que percibe lo bueno de cada circunstancia y quien a partir de esa determinada percepción es capaz de mejorar las posibilidades que cada situación que se le plantea. Es aquella persona capaz de rescatar siempre algo positivo de lo “negativo” que acontece en su vida y en esencia esto le permite mejorar, ser mejor persona y crecer como ser humano.
Ahora bien, entremos a definir de forma simple y a distinguir entre optimistas y pesimistas. Las personas pesimistas interpretan y condicionan la realidad desde su lado más negativo, por su parte las optimistas perciben y aplican lo mejor de cada situación, lo que indica que no ignoran lo malo, simplemente aprenden a sacar partido de ello.

El pesimista no sólo tiene el sufrimiento garantizado, sino que cada no tiene la capacidad de aportar soluciones  constructivas a los problemas que se le presenten en el diario vivir.  En cambio, los optimistas tienden a vivir más contentos, viven vidas más largas y felices, y superan con más facilidad las complicaciones que encuentran en el transcurso de su vida.
Una de las verdades más profundas de la psicología humana está contenida en el viejo proverbio de que "nada es verdad ni mentira, todo es según el color  del cristal con que se mira". Esto por cuanto una misma situación puede y es percibida por dos personas desde dos apreciaciones muy diferentes. No existe una afirmación categórica que "esto es así", por lo que prefiero usar el planteamiento "yo esto lo percibo así", porque la forma en que hemos aprendido a interpretar la realidad y aplicarla a nuestra vida diaria condicionará nuestro estado de ánimo y éste a su vez nuestra vida. En realidad, existen casi tantos puntos de vista como personas, en tanto que cada uno somos diferentes de los demás.

Como pueden apreciar aunque creamos ser de tal o cual manera, si echamos un vistazo a nuestros últimos cinco o diez  años de vida contemplaremos cómo han evolucionado nuestras actitudes ante los diversos acontecimientos ocurridos, a veces de forma positva o de forma negativa.
Y si la vida nos cambia, por tal o cual circunstancia, o acontecimiento vivido, preguntémonos  ¿por qué no podemos modificar hoy y de forma voluntaria nuestra manera de ver las cosas, para poder  así ver el optimismo como parte de nuestra vida diaria?
La Importancia de hablar con uno mismo y alentarse a estar mejor.
Viktor E. Frankl, psiquiatra famoso, cuenta en su libro El hombre en busca de sentido, las peripecias que tuvieron que afrontar un colectivo de judíos  prisioneros en campos de exterminio nazi durante la Segunda Guerra Mundial, los cuales liderados por el propio Frankl, que cada día buscaban (y llegaban a encontrar) motivos para seguir vivos y mantener la esperanza, pese a todo lo que les rodeaba.
Como podemos apreciar, la clave para ser positivos es restringir los pensamientos negativos que tengamos, y fomentar la fe en nosotros mismos, buscando en cada momento de nuestra vidala respuestas más convenientes a nuestros problemas. No se trata de negar las dificultades, o crear una barrera para no verlas, sino de trasmitirnos consignas en todo momento que nos ayuden a superarlas.
Fijarse en las cosas buenas de la vida es una actitud, que puede ser cultivada y elaborada, como parte de nuestro estilo de vida saludable. Y que en caso de encontrarnos limitados a realizarlo, un proceso de terapia psicológica puede lograrlo con muy buenos resultados.

Siempre el buscar el lado positivo de las cosas ayuda a sentirnos mejor, esto es innegable, ya que hace surgir sentimientos de bienestar y proporciona fuerza y energía para enfrentarnos a las situaciones difíciles, las cuales son inevitables.
"Muchos fracasos de la vida han sido de hombres que no supieron darse cuenta de lo cerca que estaban del éxito cuando se rindieron." Thomas Alba  Edison.
Consejos que te ayudarán a ser más positivo y optimista
  • Admitamos nuestros errores. Sólo quien se equivoca está vivo.  Los que nunca se equivocan, cometen la mayor de las equivocaciones porque no asumen riesgos:  consciente o inconscientemente, se han rendido, y muchas veces teniendo el éxito a la vuelta de la esquina.
  • Las dificultades son oportunidades que nos da la vida para fortalecernos, aprender de ellas y no volverlas a cometer. De esas batallas podemos salir reforzados y con una mayor autoestima.
  • Utilicemos pensamientos constructivos: "quiero", "puedo", "soy capaz", "lo puedo lograr" Recordemos situaciones a las que respondimos positivamente, al momento de estar frente a alguna que se nos presenta como negativa.
  • Cuando percibimos algo como negativo, dudemos de ese pensamiento y por un momento, pensemos en positivo. Ya que siempre ha de haber algún modo de hallar algo bueno a la situación o, al menos, a conseguir disminuir su gravedad.
  • Alejemos de nuestra vida situaciones y personas que no nos permiten avanzar, que constantemente se quejan de su suerte y que lejos de ver en lo negativo una oportunidad de cambio, se conmiseran constantemente y no hacen nada para mejorar
  • Cuando nos veamos atrapados en un callejón sin salida, no reaccionemos inmediatamente, recordemos la frase "pienso luego existo". Detengámonos, reflexionemos y busquemos alternativas, siempre hay alternativas, pero ofuscados no las veremos aún pasen a nuestro lado.
No hay que aceptar lo que la vida nos impone. "La vida tiene que aceptar lo que imponemos a ella, el valor que tenemos para decidir lo improbable y para afianzarnos en lo difícil."
Dra. Laura Camacho Alfaro.  
Clínica Arvicana.                                   Teléfono 2560-8001