viernes, 31 de agosto de 2012


El Águila

El águila es una de las aves de mayor longevidad, llega a vivir setenta años.  Pero para llegar a esa edad, en su cuarta década tiene que tomar una seria y difícil decisión.

A los cuarenta años, sus uñas se vuelven tan largas y flexibles que no puede sujetar a las presas de las cuales se alimenta.  El pico, alargado y puntiagudo, se curva demasiado apuntando contra el pecho y ya no le sirve. Sus alas están envejecidas y pesadas en función del gran tamaño de sus plumas, y para entonces, volar se le hace muy difícil.

En ese momento, sólo tiene dos alternativas: abandonarse y morir, o enfrentarse a un doloroso proceso de renovación que le llevará aproximadamente 150 días.  Este proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y quedarse ahí, en un nido cercano a un paredón, donde no tenga la necesidad de volar y sentirse seguro.

Entonces, una vez encontrado el lugar adecuado.  El águila comienza a golpear con su pico en la pared con mucha fuerza hasta conseguir arrancarlo. Después esperara el crecimiento de un nuevo pico, con el que se desprenderá una a una sus viejas uñas.  Cuando las nuevas garras comienzan a nacer, comenzará a desgarrarse sus desgastadas plumas.

Y después de todos esos largos y dolorosos cinco meses de heridas, cicatrizaciones y crecimiento, logra realizar su famoso vuelo de renovación, renacimiento y festejo para vivir otros treinta años más. Autor Desconocido

Para poder continuar nuestro vuelo, un vuelo de victoria, a menudo debemos alejarnos y estar a solas durante algunos amaneceres con nosotros mismos para poder encontrarnos y de esta forma iniciar un proceso de renovación.  Esto nos va a permitir desprendernos de costumbres insanas, tradiciones banales, recuerdos de acontecimientos frustrantes o dolorosos cuyo peso puede tornarse tan pesado que nos impida avanzar en nuestro viaje.  

Solamente, liberándonos del pasado seremos capaces de salir victoriosos y enfrentar con ahínco este maravilloso proceso de renovación.  Para poder alzar bueno y alcanzar lo que anhela muestro corazón debemos contestarnos tres preguntas:

¿Quién soy?

¿Cuál es mi potencial?

¿Dónde quiero llegar?

Luego de evacuar estas dudas, se puede continuar sin temor, sin incertidumbre, solamente confiando en tu potencial para vencer los obstáculos que se te presenten en este transitar.  No te amoldes al problema, transfórmalo… Sigue la ruta certera del águila… Siembre hacia adelante, siempre hacia arriba…

Dra. Laura Camacho Alfaro

Licenciada en psicología

Clínica Arvicana, Heredia. Tél: 2560-8001

Centro Clínico Orozco, Tibás. Tél: 2236-5036

jueves, 30 de agosto de 2012


¿Padre o amigo?

Querido hijo:

Cuando yo era adolescente deseaba, igual que tu, que mi padre fuera mi mejor amigo. Sin embargo, no fue hasta que me llegó el turno de ser padre, cuando comprendí la razón por la cual mi deseo jamás se cumpliría. Y no es que mi padre no haya querido ser mi mejor amigo, sino que él entendió que un verdadero padre jamás podrá ser el mejor amigo.

Existen varias razones, pero la más importante es que el papel de un amigo es totalmente diferente al de un padre. Un amigo está a tu mismo nivel pues tanto él como tú tienen varias cosas en común tales como la edad, la forma de pensar, los gustos, las actividades y las diversiones.

El papel de un padre es mucho más difícil pero sobretodo más importante para ti. Un padre debe proveer a su hijo amor constante, sustento económico suficiente y también una educación académica apropiada hasta donde sus posibilidades le permitan. También debe protegerlo física y emocionalmente, darle apoyo y estímulo emocional, guiarlo y darle siempre buen ejemplo.

Pero principalmente, inculcarle valores éticos y morales que lo conviertan en un hombre responsable, autosuficiente y de una gran calidad humana.

La influencia de un amigo es completamente diferente a la de un padre y por lo mismo, un padre que trata de ser el mejor amigo no puede ser un verdadero padre. Amigos podrás tener muchos pero padre, sólo uno.

El ser amigo es voluntario, es una opción. El ser padre es un privilegio pero más que nada es una obligación moral. Las únicas características parecidas entre un padre y un verdadero amigo son compartir contigo actividades propias de tu edad, ofrecerte apoyo emocional, desalentar tus debilidades de carácter y alentar tu superación.

Un amigo no tiene ningún derecho de autoridad sobre ti sin embargo, como padre, yo sí lo tengo. Y no porque me cause gran satisfacción imponer mi autoridad, sino porque es mi deber disciplinarte.

El establecer reglas y hacer que se respeten, es un derecho que sólo nos corresponde a los padres y que se adquiere al asumir la responsabilidad completa de un hijo. La autoridad y la responsabilidad van juntas. No se puede exigir libertad o autoridad sin tener obligaciones.

Mientras vivas con tus padres y dependas económicamente de nosotros para casa, comida, ropa, escuela, diversiones etc., deberás obedecer las reglas que hemos establecido.

Mi compromiso como padre incluye darte lo que necesitas y no necesariamente lo que quieras. Con el tiempo te convertirás en un adulto autosuficiente y junto con tu esposa también determinarás tus propias reglas cuando tengas a tu cargo la difícil tarea de encauzar tu propio hogar.

Al nacer tu, Dios me otorgó una bendición que me ha dado una inmensa felicidad pero al mismo tiempo, me asignó una misión que nadie más puede ejercer y que es la más difícil e importante que un ser humano puede recibir. Esa misión es la de ser el instrumento de Dios para indicarte el camino recto a seguir. Algún día tendré que rendirle cuentas a él del cumplimiento de este compromiso tan grande pero a la vez tan noble y satisfactorio.

Como padre, mi principal objetivo no es el de ganar votos de popularidad sino el ser un padre responsable y buscar antes que nada, tu formación moral y tu bienestar. Si desempeño bien mi papel, con el tiempo te darás cuenta que estos principios que trato de inculcarte serán lo mejor que como padre pueda ofrecerte. Jamás olvides que a pesar de todo siempre te querré y que estaré a tu lado para celebrar tus triunfos y estaré dispuesto a ayudarte a superar tus fracasos. No importa lo difícil que sea para ti, siempre aspira a ser un mejor hijo, un mejor hermano, un mejor esposo y sobretodo un mejor ser humano ante los ojos de Dios.

Algún día comprenderás plenamente la gran importancia y el profundo significado de esta carta. Ese día comenzará una identificación muy grande y significativa entre tú y yo. Cuando llegue ese día, jamás lo olvidarás pues será uno de los más felices de tu vida. En ese día tan especial, recibirás también una hermosa bendición y una responsabilidad extraordinaria. Será el día cuando tengas en tus brazos a tu primer hijo. A partir de ese momento tu también comprenderás que más importante y trascendental que ser un amigo para tu hijo, es ser verdadero padre.

¿Padre, madre, mejores amigos?
La amistad, no es una concesión gratuita, la amistad se gana.  Esta frase viene a debatir lo que muchos progenitores piensan, que por tener el privilegio y la autoridad de ser  padre y madre de su hijo ya pueden ser amigos o en caso extremo los mejores amigos de estos.

Los padres, efectivamente son los primeros amigos de los niños, con quienes comparten juegos, historias, fantasías, ratos de cine y conversaciones sobre el diario vivir.  No obstante conforme los niños van creciendo esto va cambiando.

La amistad como tal no se da entre padres e hijos, se da entre pares, lo anterior por una sencilla razón, los hijos en edades tempranas, suelen confiar a sus progenitores sus problemas y experiencias, no obstante los padres no cuentas sus intimidades, inconvenientes, experiencias a sus hijos.  Por tanto, no hay retroalimentación, no hay intercambio de información a este nivel de confianza.

Aunque el padre de familia confiara a sus hijos sus situaciones adversas, este no está en capacidad de analizar, asimilar y mucho menos solucionar este tipo de situaciones, por el contrario emocionalmente el niño, el joven, necesitan del amparo, seguridad, protección, entre otros elementos que van a fortalecer su personalidad en formación.

El infante necesita su dosis de autoridad y es función de los padre suministrarla, con amor, sin violentas los derechos de este.  Sus controles internos están en pleno desarrollo, para poder encausar de forma correcta estos y poder más adelante discriminar lo que está bien, lo que no y lograr tomar las mejores decisiones con respecto a sí mismo, sus pares y la sociedad en común.

El cambio en la jerarquía social que se viene gestando desde hace algunos años, ha permitido un mayor acercamiento entre padre e hijos, permitiendo una relación más sana, afectuosa y auténtica.  No obstante el padre de familia debe tener cuidado de no cruzar esa línea y pasar a convertirse en el “compinche de su hijo”, lo cual lesionaría su seguridad, autonomía, la confianza en la relación y en sí mismo.
¿Porqué un amigo si puede convertirse en mejor amigo se mi hijo?
 
Es factible que esto suceda u fluya con toda naturalidad ya que los amigos comparten la misma edad, sus miedos, sus angustias, sus temores, sus inquietudes, sus gustos por la música, la moda, el cine, los video juegos, la tecnología y hasta la crítica por sus padre.
¿Pueden los padres de familia convertirse en amigos de su hijo?
Sí es posible, va a depender de la cantidad y calidad de tiempo que les dediquemos a nuestros hijos;  no de la informalidad de la relación o bien, de tener control de todas sus actividades.
¿Cómo puedo fortalecer los lazos de amistad con mi hijo?
Empiece hoy a fortalecerlos, no espere a mañana, puede no ser productivo el intento, implemente lo siguiente:
  • Instaure rutinas con su bebé desde que nace, maneje horarios para el baño, sueño, alimentación, momentos de juego y de caricias.
  • Ponga límites firmes y cúmplalos.
  • Dele seguridad afectiva.
  • Promueva la autonomía.
  • Motive, elogie.
  • Conozca su temperamento, pero también hágale saber cuándo se equivoca.
  • Pida disculpas, usted es padre/madre, pero ante todo es humano.  Disculparse y aceptar un erro no es sinónimo de debilidad es una muestra de amor y de respeto.
  • Prevenga situaciones de riesgo.
  • Respete la diferencia generacional.
  • Respete las diferencias entre intereses y motivaciones.
  • Procure respetar la diferencia de gustos en el manejo de imagen.
  • Suscite el diálogo, no sermones, no monólogos… Dialogue!
  • Dedícale tiempo, hagan cosas juntos, proponte conocerlo, es importante estimular, valorar sus ideas, acompañarlo en sus emociones, levantar su ánimo cuando así lo requiera.

“Que mis hijos hasta los diez años me reverencien, hasta los veinte años me respeten y hasta la muerte me amen” Proverbio chino.

lunes, 27 de agosto de 2012

El niño y la violencia en los programas televisivos

Durante los primeros años de vida, el niño, no tiene la capacidad de diferenciar entre realidad y fantasía, entre lo posible y lo imposible, no llegan a discriminar que los actos violentos de un dibujo animado podrían tener consecuencias irreparables para su vida y la de sus iguales. Por tanto corresponde a los padres de familia y cuidadores, supervisar la información que estos están recibiendo por medios televisivos.

Los varones son quienes se inclinan más a ver y disfrutar de programas violentos, bélicos, carentes de valores éticos, morales y espirituales. Los pequeños evidencias mayor número de conductas agresivas luego de ver programas con contenido violento, los niños que por el contrario se angustian o se asustan tienen menos probabilidad de reproducir conductas violentas.

Algunos estudios, entre ellos el realizado por G. Gebner, en los Estados Unidos los niños que se ubican en un contexto socioeconómico bajo son quienes observan más televisión diariamente, en promedio entre tres y siete horas al día.
El niño en edades tempranas aprende por observación y posteriormente tiende a imitar las diferentes conductas observadas, por tanto no es extraño que un pequeño sufra un accidente al tratar de subir por una escalera, luego de haber visto a su padre hacerlo minutos antes; o bien, intentar lanzarse de un segundo piso al tratar de imitar a superman, batman o cualquier otro superhéroe.

Efectos por exposición a escenas violentas


* Imitación:representar, actividades, juegos, puede tener efectos trágicos.


* Liberación:no se controlan impulsos al experimentar una sensación de libertad.


* Estereotipo:acostumbrarse a enfrentar y solucionar conflictos por medio de los diferentes tipos de violencia.


* Miedo:causado por los diferentes efectos de sonido, el niño se concentra en estos más que en la imagen recibida. Puede causar traumas, pesadillas, temores nocturnos, entre otros síntomas.


* Habituación:llega a desplazar al miedo al acostumbrarse a los sonidos y escenas.


* Identificación:provoca en el niño el establecimiento de relaciones antisociales, falta de madurez en vínculos colaterales y solidarios.


¿Cómo ayudar a su niño?


* Fomente la confianza para propiciar el diálogo.


* Revise que tipo de programas ven los adultos en casa.


* Analice con su hijo cada programa que le guste observar, cada elemento del mismo y características de los personajes.


* Considerar valores que atacan o defienden.


* Evaluar hechos violentos, realidad o fantasía.


* Limita el tiempo ante la pantalla de televisión.


* Seleccionar programas, video juegos y películas infantiles.


* Desapruebe cada episodio violento.


Tomando en cuenta las recomendaciones anteriores, proveerá a su hijo de formas de autodefensa.


viernes, 24 de agosto de 2012

"El síntoma": Una pequeña reflexión

 
Por Carlos M. Flores


En esta entrada, me pronpongo hacerles reflexionar sobre los conceptos "síntoma" y "enfermedad". Para ponerles en antecedentes, primero me gustaría acudir al origen del término y sus posteriores definiciones:


Del griego sýmptōma σύμπτωμα. Sustantivo creado a partir del verbo sympíptō συμπίπτω que significa literalmente 'caer al mismo tiempo' y en un sentido más amplio 'concurrir', 'ocurrir al mismo tiempo'; Muchas veces adoptaba un significado negativo; 'Ocurrir una desgracia, un accidente, una enfermedad'. De ahí que el sustantivo derivado, sýmptōma (documentado a partir de finales del s. V a.C. en historiadores) signifique primero 'infortunio'.

Filósofos como Epicuro lo definen como 'atributo', 'propiedad', 'cosa que acompaña' en el sentido de 'fenómeno concomitante' y un poco más tarde se alude en un sentido médico como 'fenómeno revelador de una enfermedad' o 'signo'."


La definición actual escueta y concisa:

síntoma s. m.


1 Manifestación subjetiva de una enfermedad que no es observable por el médico, como el cansancio o el dolor.

2 Señal o signo de que una cosa está ocurriendo o va a ocurrir.



Diccionario Manual de la Lengua Española Vox. © 2007 Larousse Editorial, S.L.


En Psicología:


Síntoma. Manifestación subjetiva de un estado patológico.


Extrayendo ideas sobre las definiciones antes citadas y aplicándolas a nuestro ámbito, podemos comentar que el síntoma simplemente "avisa" de que el algo está ocurriendo en nuestro interior, y que en menor o mayor medida podría producir en nuestra persona un desajuste, y dar lugar a la enfermedad, o lo que es lo mismo, producir una alteración de nuestro estado de bienestar físico, mental, y social.


Por supuesto, al ser una "manifestación subjetiva", cada persona reaccionará de forma diferente ante esos síntomas, dependiendo -una vez más- de su educación, contexto, cultura, y por supuesto de él mismo. No obstante, observo en la sociedad que para reconocer ese/os determinado/s síntoma/s la persona debe presentar un alto grado de malestar en su vida, es decir, se tiende a ignorar esa información que de algún modo quiere transmitirnos nuestro cuerpo. Por supuesto, llegados a este punto las preguntas son obligadas:


¿Por qué esperar y no poner remedios cuando se tienen indicios de que algo "no marcha bien?

Por ejemplo, se tienden a ignorar determinadas situaciones que causan inseguridad, preocupación, estrés, etc... y que por supuesto son síntomas de que algo ocurre en nuestro interior.


¿Qué supondría para la persona reconocer sus síntomas?


¿Podría pensar que está enferma?


¿Qué implicaría reconocer esa enfermedad?


La etimológia del este concepto enfermedad nos revela la siguiente información:


Leng. base: lat. Antigua. En lat. infirmitāt(em) es 'debilidad'; pasó a lat. mediev. y aparece en esp. en 1196.


¿Podríamos entonces decir que la enfermedad representa una debilidad para el ser humano?

¿Tan fuerte es reconocer esa debilidad que hasta que no se esta "al borde del abismo" no se dejan de ignorar esos síntomas?

viernes, 17 de agosto de 2012


Por Isabel Allende

Por culpa del azar o de un desliz, cualquier mujer puede convertirse en madre.

Dios la ha dotado a mansalva del “instinto maternal” con la finalidad de preservar la especie.
Si no fuera por eso, lo que ella haría al ver a esa criatura minúscula, arrugada y chillona, sería arrojarla a la basura.

Pero gracias al “instinto maternal” la mira embobada, la encuentra preciosa y se dispone a cuidarla gratis hasta que cumpla por lo menos 21 años.

Ser madre es considerar que es mucho más noble sonar narices y lavar pañales, que terminar los estudios, triunfar en una carrera o mantenerse delgada.

Es ejercer la vocación sin descanso, siempre con la cantaleta de que se laven los dientes, se acuesten temprano, saquen buenas notas, no fumen, tomen leche…

Es preocuparse de las vacunas, la limpieza de las orejas, los estudios, las palabrotas, los novios y las novias; sin ofenderse cuando la mandan a callar o le tiran la puerta en las narices, porque no están en nada..

Es quedarse desvelada esperando que vuelva la hija de la fiesta y, cuando llega hacerse la dormida para no fastidiar.

Es temblar cuando el hijo aprende a manejar, anda en moto, se afeita, se enamora, presenta exámenes o le sacan las amígdalas.

Es llorar cuando ve a los niños contentos y apretar los dientes y sonreír cuando los ve sufriendo.

Es servir de niñera, maestra, chofer, cocinera, lavandera, médico, policía, confesor y mecánico, sin cobrar sueldo alguno.

Es entregar su amor y su tiempo sin esperar que se lo agradezcan. Es decir que “son cosas de la edad” cuando la mandan al carrizo.

Madre es alguien que nos quiere y nos cuida todos los días de su vida y que llora de emoción porque uno se acuerda de ella una vez al año: el Día de la Madre.

El peor defecto que tienen las madres es que se mueren antes de que uno alcance a retribuirles parte de lo que han hecho.

Lo dejan a uno desvalido, culpable e irremisiblemente huérfano.

Por suerte hay una sola. Porque nadie aguantaría el dolor de perderla dos veces.”


martes, 14 de agosto de 2012

PORQUE ME AMO


Sólo cuando te amas a ti misma puedes hacerte responsable de tu propia vida, sentir que no vas a la deriva, que lo que hay en tu vida en este momento pasa porque así lo has provocado tú; te otorga poder y, con ello, sientes que es posible cambiarlo, que no eres la víctima de nadie, que eres creador/a. Me amo a mi misma y por ello me responsabilizo de mi vida.

Porque me quiero, cuido mi libertad y no dejo que nada ni nadie me encierre en modo alguno. Soy libre para decidir, para hacer, para vivir del modo en que yo elija hacerlo.

Porque me respeto, cuido de mi cuerpo que es mi templo, de mi mente y de mi espíritu y a todas mis partes proporciono elementos que los nutren y los miman.

Porque me amo me proporciono experiencias agradables y alejo todo lo negativo de mí. Me rodeo de personas que me aportan cosas positivas y aprendo de las tóxicas aquellas lecciones sobre mi misma que de ellas debo aprender. Me siento tranquila porque sé que nada es casual y que todas las personas que aparecen en mi camino tienen algo que enseñarme sobre mí. Todo es siempre como debe ser.

Porque me apruebo cuido a mi niña interior y le doy todo lo necesario para que se sienta escuchada, bien y en paz.

Porque me quiero sé que soy merecedora de todo el amor y la felicidad.

Porque me amo sé que no necesito nada más que a mí misma.

Me amo a mi misma y por tanto, me dispongo a vivir intensamente cada momento presente.

A.D.
Buenas tardes,

Se les informa que las instalaciones de la Clínica Arvicana, permanecerán cerradas el día de mañana 15 de agosto.

Atendiendo en horario normal, a partir del próximo jueves 16 de agosto.


Saludos cordiales,

Una mamá que se cuida y se ama a sí misma fortalece la familia

 Ser madre no es una labor fácil y mucho menos actualmente, cuando las mujeres deben dosificar su tiempo entre el trabajo, la crianza de los hijos y las riendas del hogar. Ser madre implica iniciar una aventura que consiste en transformar el yo, por el nosotros.

La madre debe procurar disfrutar a sus hijos plenamente, pasar todo el tiempo posible con ellos, tratar de no perderse de nada nuevo acontecimiento en la vida de sus pequeños. No obstante, la madre requiere tiempo para sí, para poder cuidarse y de esta forma fortalecer su familia.

Es importante recordar que ante cualquier rol asumido en las diferentes etapas, se es mujer, un ser humano integral que consta de alma, mente, cuerpo y espíritu;  por tanto toda esta suma de partes debe nutrirse de manera responsable, buscando equilibrio y estabilidad.

Si se quiere ser una madre paciente, una madre que está presente completamente en esos momentos importantes de la vida de los hijos, es indispensable dedicarse tiempo… Tiempo para respirar, para recordar que no sólo se es madre, también se es mujer, amiga y esposa… Tiempo para retomar sus pensamientos, sus prioridades, sus  sueños. Tiempo para calmar su ser, su espíritu, su mente…

Fácilmente se cae en la trampa de dedicarse a los demás;  sin tomar en cuenta que también como madre necesito dedicarme un tiempito especial para mí, por más breve que sea, donde pueda olvidar las innumerables responsabilidades y aquietar la mente, el alma y el espíritu.

Probablemente, al principio, la madre pueda sentir culpa, pueda sentirse egoísta, pero con el paso de los días, estos sentimientos se superan y podrá entender la importancia de dedicarse tiempo de calidad, en aras de entregar tiempo de calidad a quienes más ama.

Algunos de los aspectos importantes que la madre debe cuidar son:

1.  Desear y prever la maternidad: La maternidad es un tema que debe abordarse en pareja, con responsabilidad, amor, pensando en el proyecto de vida que los mantiene juntos, jamás debe hacerse por conveniencia o coacción de uno u otro.  Es importante que la mujer se prepare tanto física, como psicológicamente para asumir la maternidad de forma responsable.

2.  Crear espacios para sí misma: Es muy común que se de el fenómeno de la madre que da todo por sus hijos para que estos tengan lo mejor y pueden ser los mejores.  Si bien es cierto es un sentimiento generalizado entre las madres, esto se convierte en un actuar negativo y frustrante cuando la madre se olvida de sí misma, de sus propias necesidades. Es importante que se creen espacios para compartir y disfrutar actividades externas fuera de casa y lejos de los hijos, tales como;  salir a caminar, tomar un café con amigas, leer en casa, entre otras.

2.  Cultivar una buena relación de pareja: El amor, la comunicación, el buen manejo del dinero y de la sexualidad son aspectos claves para que un vínculo afectivo se mantenga en el tiempo, afirma la sicóloga y terapeuta de pareja Nelly Rojas. También, que hombre y mujer pasen tiempo juntos y salgan de la rutina de la convivencia. Además, los acuerdos relacionados con el cuidado y crianza de los hijos son indispensables.  A ellos les afecta el manejo del conflicto entre sus padres. “La sensación de angustia de ver a uno de sus progenitores agrediendo o gritando al otro, supuestamente fuentes de afecto, les deja una sensación sicológica de inseguridad que les impide crecer sanamente”.

3. Dedicarle tiempo de calidad a los hijos: Es determinante hacerlo a diario. Es importante dedicar a cada niño al menos media hora de juego, sea dentro o fuera de la casa.  La presencia femenina aporta factores en la crianza de los niños como amor, ternura, dedicación, paciencia y responsabilidad, entre otros.

4.  Fomentar en los hijos la independencia y autonomía: Lo positivo de fomentar la autonomía en los niños, es que los prepara como adultos más seguros y capaces, haciéndoles más sencilla la toma de decisiones a lo largo de su vida, sintiéndose capaces y confiados en la persona que son, en sus capacidades, llenos de herramientas para formar su vida y con una personalidad fuerte y capaz de conseguir aquello que desean, exactamente todo lo contrario a aquellos niños que crecen con excesiva dependencia de sus padres.

5. Dar buen ejemplo: Tu mayor ejemplo para los hijos es tu propia felicidad. Deja que te vean haciendo cosas productivas que te llenen de orgullo. Si estudias, cuidas tu salud y disfrutas tus amistades, les estás dando un gran regalo a tus hijos, porque les estás modelando la toma de decisiones sanas.

6. Valorarse y poner límites: Para poder establecer límites claros la madre debe empezar por reconocer su valor como mujer, a partir de esto va a tener la capacidad de quererse a sí misma, cultivar una autoestima positiva y por ende poner en marcha los límites que requiera para la sana convivencia en el hogar.  Es importante que mamá haga respetar y valer sus derechos.

El cuerpo y la mente deben estar en equilibrio y armonía para poder gozar de un bienestar completo; por tanto mamá atrévete, cuídate y fortalece de esta forma tu familia.

Clínica Arvicana, Heredia. Tél: 2560-8001

Centro Clínico Orozco, Tibás. Tél. 2236-5036

jueves, 9 de agosto de 2012

Elogio a la mujer brava

Por Héctor Abad

A los hombres machistas, que somos como el 96 por ciento de la población masculina, nos molestan las mujeres de carácter áspero, duro, decidido. Tenemos palabras denigrantes para designarlas: arpías, brujas, viragos, marimachos. En realidad, les tenemos miedo y no vemos la hora de hacerles pagar muy caro su desafío al poder masculino que hasta hace poco ha...
bíamos detentado sin cuestionamientos. A esos machistas incorregibles que somos, machistas ancestrales por cultura y por herencia, nos molestan instintivamente esas fieras que en vez de someterse a nuestra voluntad, atacan y se defienden.

La hembra con la que soñamos, un sueño moldeado por siglos de prepotencia y por genes de bestias (todavía infrahumanos), consiste en una pareja joven y mansa, dulce y sumisa, siempre con una sonrisa de condescendencia en la boca. Una mujer bonita que no discuta, que sea simpática y diga frases amables, que jamás reclame, que abra la boca solamente para ser correcta, elogiar nuestros actos y celebrarnos bobadas. Que use las manos para la caricia, para tener la casa impecable, hacer buenos platos, servir bien los tragos y acomodar las flores en floreros. Este ideal, que las revistas de moda nos confirman, puede identificarse con una especie de modelito de las que salen por televisión, al final de los noticieros, siempre a un milímetro de quedar en bola, con curvas increíbles (te mandan besos y abrazos, aunque no te conozcan), siempre a tu entera disposición, en apariencia como si nos dijeran “no más usted me avisa y yo le abro las piernas”, siempre como dispuestas a un vertiginoso desahogo de líquidos seminales, entre gritos ridículos del hombre (no de ellas, que requieren más tiempo, y se quedan a medias).

A los machistas jóvenes y viejos nos ponen en jaque estas nuevas mujeres, las mujeres de verdad, las que no se someten y protestan, y por eso seguimos soñando, más bien, con jovencitas perfectas que lo den fácil y no pongan problema. Porque estas mujeres nuevas exigen, piden, dan, se meten, regañan, contradicen, hablan, y sólo se desnudan si les da la gana. Estas mujeres nuevas no se dejan dar órdenes, ni podemos dejarlas plantadas, o tiradas, o arrinconadas, en silencio, y de ser posible en roles subordinados y en puestos subalternos. Las mujeres nuevas estudian más, saben más, tienen más disciplina, más iniciativa, y quizá por eso mismo les queda más difícil conseguir pareja, pues todos los manteemos.

Pero estas nuevas mujeres, si uno logra amarrar y poner bajo control al burro machista que llevamos dentro, son las mejores parejas. Ni siquiera tenemos que mantenerlas, pues ellas no lo permitirían porque saben que ese fue siempre el origen de nuestro dominio. Ellas ya no se dejan mantener, que es otra manera de comprarlas, porque saben que ahí -y en la fuerza bruta- ha radicado el poder de nosotros los machos durante milenios. Si las llegamos a conocer, si logramos soportar que nos corrijan, que nos refuten las ideas, nos señalen los errores que no queremos ver y nos desinflen la vanidad a punta de alfileres, nos daremos cuenta de que esa nueva paridad es agradable, porque vuelve posible una relación entre iguales, en la que nadie manda ni es mandado. Como trabajan tanto como nosotros (o más) entonces ellas también se declaran hartas por la noche, y de mal humor, y lo más grave, sin ganas de cocinar. Al principio nos dará rabia, ya no las veremos tan buenas y abnegadas como nuestras santas madres, pero son mejores, precisamente porque son menos santas (las santas santifican) y tienen todo el derecho de no serlo.

Envejecen, como nosotros, y ya no tienen piel ni senos de veinteañeras (mirémonos el pecho también nosotros, y los pies, las mejillas, los poquísimos pelos), las hormonas les dan ciclos de euforia y mal genio, pero son sabias para vivir y para amar, y si alguna vez en la vida se necesita un consejo sensato (se necesita siempre, a diario), o una estrategia útil en el trabajo, o una maniobra acertada para ser más felices, ellas te lo darán, no las peladitas de piel y tetas perfectas, aunque estas sean la delicia con la que soñamos, un sueño que cuando se realiza ya ni sabemos qué hacer con todo eso.

Somos animalitos todavía, los varones machistas, y es inútil pedir que dejemos de mirar a las muchachitas perfectas. Los ojos se nos van tras ellas, tras las curvas, porque llevamos por dentro un programa tozudo que hacia allá nos impulsa, como autómatas. Pero si logramos usar también esa herencia reciente, el córtex cerebral, si somos más sensatos y racionales, si nos volvemos más humanos y menos primitivos, nos daremos cuenta de que esas mujeres nuevas, esas mujeres bravas que exigen, trabajan, producen, joden y protestan, son las más desafiantes, y por eso mismo las más estimulantes, las más entretenidas, las únicas con quienes se puede establecer una relación duradera, porque está basada en algo más que en abracitos y besos, o en coitos precipitados seguidos de tristeza: nos dan ideas, amistad, pasiones y curiosidad por lo que vale la pena, sed de vida larga y de conocimiento.

¡Vamos hombres por esas mujeres bravas!

Clíniva Arvicana, Heredia. Tél. 2560-8001

Centro Clínico Orozco, Tibás. Tél. 2236-5036

martes, 7 de agosto de 2012

Buenas tardes,

Se les informa, que también puede solicitar su cita al Centro Clínico Orozco en Tibás, al numéro telefónico 2236-5036.

Saludos cordiales,

Como enfrentar las burlas



Los padres de familia constantemente se abocan a proteger a sus hijos, a velar porque las condiciones en que estos crezcan sean las mejores.  No obstante no podemos controlar lo que otros niños dicen o hacen, las burlas no pueden evitarse, no se pueden prevenir, pero si pueden enseñar a sus pequeños a controlar las reacciones que tienen de frente a las burlas de sus amigos o compañeros del centro educativo.

El prepara a los niños para enfrentar las burlas por medio de estrategias efectivas, les va a permitir en edades avanzadas, enfrentar de forma efectiva retos sociales y conflictos de trascendencia en su entorno personal, familiar y social.

Tipos de burlas

Es importante mencionar que no todas las burlas causan daño y en cierta medida son necesarias para que el niño desarrollo ciertas habilidades sociales.

a.   Burlas humorísticas: Todos se ríen, incluso el niño de quien se burlan.  El punto es reírse con… No reírse de…

b.  Burlas mal intencionadas: El fin es ridiculizar, utilizar nombres ofensivos, decir improperios, insultos.  Estas causan tristeza, llanto, irritabilidad, aislamiento, retraimiento, entre otras reacciones.

¿Por qué algunos niños se burlan?

1.   Buscan atención: Por lo general la que no reciben del entorno familiar, aunque esta sea negativa.

2.   Imitan: Es el modelo que tienen en casa.

3.   Sentirse superior: Generar en otros niños llanto o enojo, lo sitúa en una posición de autoridad sobre el resto.

4.   Aceptación de amigos/compañeros: Se evidencia una gran necesidad de pertenencia.

5.   Mal manejo de diferencias: Con respecto a limitaciones físicas, diferencias en credo religioso, etnia, color de piel.

6.   Influencia de los diferentes medios de comunicación: Es responsabilidad de los padres supervisar los programas de radio y televisión que ven sus hijos y educarlos en los diversos temas.



En general los padres deben implementar lo siguiente:



1.   Advertir el problema exactamente como lo vería el niño, es importante escucharlo sin juzgarlo.



2.   Que el niño sienta la libertad y la confianza para explicar: ¿Cómo?, ¿Dónde?, ¿Quién?, ¿Cuándo?, se presenta el episodio de burla.





3.    Narrar al niño diferentes experiencias de burla que se hayan enfrentado en la niñez, sobre todo si se hizo un manejo asertivo de las  mismas.



4.   No reaccionar exageradamente ante del relato del niño.



5.    Repetirle constantemente y con firmeza “Adelante, puedes manejarlo”.



6.   Incentivar al niño a compartir con otros niños que lo hagan sentir bien y alejarse de aquellos que no hacen sentirse menos.



7.   Analizar mi comportamiento como padre; si estoy siendo un modelo negativo para el niño en este tema.



Algunas estrategias que los padres pueden enseñar a sus hijos

1.  Enseñar al niño a mantener un diálogo positivo consigo mismos en el momento de la burla, por ejemplo utilizar frases como:



a.       “No me gusta que se burlen de mí, pero puedo manejarlo”

b.      “¿Es verdad lo que ese niño está diciendo de mí?”

c.       “¿Es más importante la opinión que esa persona tenga de mí o la mía propia?”



2.   Ignorar: En el momento en que su niño reaccione de forma violenta o con llanto, seguirá siendo víctima de burlas.  Por tanto practiquen en casa ignorar a quien se burla, no mirar, que se convierta en alguien invisible.



3.  Externar sentimientos: Enseñe a su hijo a que exprese con asertividad y libertad lo que siente, es importante que mire a la otra persona a los ojos, por ejemplo:

a.       “¡Me siento enojado cuando te burlas de mis lentes!”.

b.      “¡Me alegraría que no vuelvas a burlarte de esto!”.



4.   Visualización: Enséñele a utilizar palabras visualizadas, por ejemplo:

a.   Nada de lo que dices te afecta, porque tiene un gran caparazón como la tortuga.

b.  Eres como un río, el agua que cae sigue su curso y no se devuelve.



5.   Re-interpretar:  darle un giro al comentario negativo y lo cambio por un piropo, por ejemplo:

a.   Eres un cuatro ojos: “¡Gracias por notar que uso lentes!”

b.  Eres pésimo jugando al fútbol: “¡Qué bueno que lo notaste, lo importante es que me divierto!”

c.       Tienes las piernas como palillos de dientes: “¡Si, viste y soy súper veloz al correr!”



6.   Y?: Luego de la burla utilizar la pregunta Y?, por ejemplo:

a.       Cantas horrible: Y?.

b.      Estas llena de pecas como la Chilindrina: Y?.



7.   En caso de que persista el problema motiva a tu hijo a solicitar ayuda.

Es importante estar alerta de que estás conductas no se conviertan en repetidas, prolongadas, acompañadas de amenazas, de agresión psicológica y violencia física.

Enseñe a su niño que hay estrategias efectivas que puede utilizar en situaciones de burla, la salud emocional de su hijo, también es su responsabilidad.

“Aquel que de burlas vive, solo refleja su inseguridad e impotencia”
Clínica Arvicana, Heredia. Teléfono 2560-8001

Centro Clínico Orozco, Tibás. Teléfono 2236-5036