viernes, 10 de mayo de 2013

Horarios de Atención y dirección

Horario de atención: Lunes a Viernes de 08:00 AM a 12:00 MD y 1:00 PM a 6:00 PM
Sabados de 8:00 AM a 12:00 MD

Teléfono:  (506) 2261-4581
Dirección: Clinica Montebello, 400 metros Este y 200 metros Norte del cementerio de Mercedes Norte, Residencial Montebello

jueves, 8 de noviembre de 2012


Una mamá que se cuida y se ama a sí misma fortalece la familia

Ser madre no es una labor fácil y mucho menos actualmente, cuando las mujeres deben dosificar su tiempo entre el trabajo, la crianza de los hijos y las riendas del hogar. Ser madre implica iniciar una aventura que consiste en transformar el yo, por el nosotros.

La madre debe procurar disfrutar a sus hijos plenamente, pasar todo el tiempo posible con ellos, tratar de no perderse de nada nuevo acontecimiento en la vida de sus pequeños. No obstante, la madre requiere tiempo para sí, para poder cuidarse y de esta forma fortalecer su familia.

Es importante recordar que ante cualquier rol asumido en las diferentes etapas, se es mujer, un ser humano integral que consta de alma, mente, cuerpo y espíritu;  por tanto toda esta suma de partes debe nutrirse de manera responsable, buscando equilibrio y estabilidad.

Si se quiere ser una madre paciente, una madre que está presente completamente en esos momentos importantes de la vida de los hijos, es indispensable dedicarse tiempo… Tiempo para respirar, para recordar que no sólo se es madre, también se es mujer, amiga y esposa… Tiempo para retomar sus pensamientos, sus prioridades, sus  sueños. Tiempo para calmar su ser, su espíritu, su mente…

Fácilmente se cae en la trampa de dedicarse a los demás;  sin tomar en cuenta que también como madre necesito dedicarme un tiempito especial para mí, por más breve que sea, donde pueda olvidar las innumerables responsabilidades y aquietar la mente, el alma y el espíritu.

Probablemente, al principio, la madre pueda sentir culpa, pueda sentirse egoísta, pero con el paso de los días, estos sentimientos se superan y podrá entender la importancia de dedicarse tiempo de calidad, en aras de entregar tiempo de calidad a quienes más ama.

Algunos de los aspectos importantes que la madre debe cuidar son:

1.  Desear y prever la maternidad: La maternidad es un tema que debe abordarse en pareja, con responsabilidad, amor, pensando en el proyecto de vida que los mantiene juntos, jamás debe hacerse por conveniencia o coacción de uno u otro.  Es importante que la mujer se prepare tanto física, como psicológicamente para asumir la maternidad de forma responsable.

2.  Crear espacios para sí misma: Es muy común que se de el fenómeno de la madre que da todo por sus hijos para que estos tengan lo mejor y pueden ser los mejores.  Si bien es cierto es un sentimiento generalizado entre las madres, esto se convierte en un actuar negativo y frustrante cuando la madre se olvida de sí misma, de sus propias necesidades. Es importante que se creen espacios para compartir y disfrutar actividades externas fuera de casa y lejos de los hijos, tales como;  salir a caminar, tomar un café con amigas, leer en casa, entre otras.

2.  Cultivar una buena relación de pareja: El amor, la comunicación, el buen manejo del dinero y de la sexualidad son aspectos claves para que un vínculo afectivo se mantenga en el tiempo, afirma la sicóloga y terapeuta de pareja Nelly Rojas. También, que hombre y mujer pasen tiempo juntos y salgan de la rutina de la convivencia. Además, los acuerdos relacionados con el cuidado y crianza de los hijos son indispensables.  A ellos les afecta el manejo del conflicto entre sus padres. “La sensación de angustia de ver a uno de sus progenitores agrediendo o gritando al otro, supuestamente fuentes de afecto, les deja una sensación sicológica de inseguridad que les impide crecer sanamente”.

3. Dedicarle tiempo de calidad a los hijos: Es determinante hacerlo a diario. Es importante dedicar a cada niño al menos media hora de juego, sea dentro o fuera de la casa.  La presencia femenina aporta factores en la crianza de los niños como amor, ternura, dedicación, paciencia y responsabilidad, entre otros.

4.  Fomentar en los hijos la independencia y autonomía: Lo positivo de fomentar la autonomía en los niños, es que los prepara como adultos más seguros y capaces, haciéndoles más sencilla la toma de decisiones a lo largo de su vida, sintiéndose capaces y confiados en la persona que son, en sus capacidades, llenos de herramientas para formar su vida y con una personalidad fuerte y capaz de conseguir aquello que desean, exactamente todo lo contrario a aquellos niños que crecen con excesiva dependencia de sus padres.

5. Dar buen ejemplo: Tu mayor ejemplo para los hijos es tu propia felicidad. Deja que te vean haciendo cosas productivas que te llenen de orgullo. Si estudias, cuidas tu salud y disfrutas tus amistades, les estás dando un gran regalo a tus hijos, porque les estás modelando la toma de decisiones sanas.

6. Valorarse y poner límites: Para poder establecer límites claros la madre debe empezar por reconocer su valor como mujer, a partir de esto va a tener la capacidad de quererse a sí misma, cultivar una autoestima positiva y por ende poner en marcha los límites que requiera para la sana convivencia en el hogar.  Es importante que mamá haga respetar y valer sus derechos.

El cuerpo y la mente deben estar en equilibrio y armonía para poder gozar de un bienestar completo; por tanto mamá atrévete, cuídate y fortalece de esta forma tu familia.

Clínica Arvicana, Heredia. Tél: 2560-8001

 

martes, 30 de octubre de 2012


El niño que soy
 
Papá, mamá,
Soy un niño con un nombre que me sustenta
Llámame por mi nombre.

Acéptame como soy: no me compares.
Yo soy como tú, un individuo único
con únicas maneras de percibir
interpretar y expresarse.

Aprender es agradable. No me lo eches a perder con castigos, tareas y amenazas.

Permíteme expresarme libremente: no termines mi frase ni culmines mis trazos ni rellenes mis dibujos.

Intercambia conmigo opiniones. Así me ayudas a aceptar las críticas ajenas.

Mírame a los ojos cuando me hables. De ser posible, colócate a la altura de mi vista. A veces me duele el cuello de mirar hacia arriba.

Sé discreto con mis asuntos: mis piojos
mi zurdera, mi tartamudez o mis rabietas
no van a desaparecer por el hecho
de que tú las pregones.

Déjame tomar decisiones.
Sugiéreme y plantéame alternativas pero enséñame a ser independiente: a prescindir de ti.

Estimúlame para mantener despiertos mis sentidos. Con ellos puedo hacer y rehacer el universo.

Valora mis esfuerzos más que los resultados
de mis actos. Así tendré ánimo
para seguir adelante y ese será nuestro triunfo.

Si asumes que yo soy un individuo en proceso
de transformación (y tú también) podremos ser solidarios en la creación.

Necesito límites y está bien que ejerzas el control pero hazlo con firmeza congruencia
perseverancia y cariño.
  

No me pidas que me quede quieto
por mucho rato. Tengo muchos barcos
y trenes y aviones caballos y mariposas
por dentro.

No me resuelvas las cosas porque me harás un desvalido. No supongas lo que me pasa:
indágalo. Así nos ayudaremos.

Un dato para sobrevivir el mañana:
enséñame a cooperar antes que a competir.
Enséñame también cómo aprender
pero quiero aprender explorando, haciendo
viviendo.

Papá, mamá necesito amar y ser amado…

 
S.F

jueves, 25 de octubre de 2012

La voz, espejo de emociones


Que un mensaje se entienda o no, depende de los componentes verbales y de los
componentes no verbales. Entre los componentes no verbales, se encuentra el tono de
voz.
El tono de voz hace que los matices del sonido cobren importancia porque la voz humana
puede alterar el ritmo cardíaco, el nivel de adrenalina, la respiración, la presión
sanguínea etc. de la persona que escucha.

La voz transmite emociones al que escucha, pero ¿el estado emocional en el que nos
encontremos puede cambiar nuestro tono de voz? Todo indica que esto es es así. La
tensión y el nerviosismo van acompañados de tonos de voz altos porque las cuerdas
vocales se tensan y al tensarse vibran más rápidamente.
Sin embargo, cuando estamos relajados los tonos son más graves y resonantes teniendo
como resultado un tono de voz más bajo y agradable lo que, a su vez, provoca que los
demás confíen más en nosotros.
El tono de voz se convierte en el protagonista de los programas de radio ya que con el
hay que compensar la pérdida de información que se produce cuando no vemos a la

persona que nos habla.

Preguntamos a José Antonio Domínguez (Licenciado en Comunicación Audiovisual por la
Universidad de Málaga. Presentador-Productor de Canal Fiesta Radio) cómo
compensa esa pérdida de información y qué opina de lo comentado más arriba. Nos
responde lo siguiente:

“Desde luego que el estado emocional en el que nos encontramos altera nuestro tono de
voz. ¿Qué pasa cuando nos dan una sorpresa o una noticia desagradable? que no nos sale
la voz o que nos cuesta trabajo emitirla.

Desde mi experiencia, procuro dejar fuera del estudio de radio todos los problemas que
pudiera tener y me dedico a transmitir en positivo. Realizar esta práctica no siempre
es fácil, pero uno lo intenta. Siempre me dirijo al oyente en singular. Siempre te hablo a
ti, no a vosotros.

Cuando leo, es fundamental respetar los signos de puntuación y realizar las pausas
indicadas por éstos. Intento que se note lo menos posible, aplicando naturalidad y
tratando de que el discurso se parezca más a una diálogo (yo siempre pienso que hay
respuestas aunque no las pueda oír) que a un monólogo. Leyendo o no, trato de usar
cadencias y semicadencias para aportar más naturalidad y hacer énfasis en palabras que
considero importantes. Suelo usar frases cortas. Cuando me excedo demasiado,
aprovecho y hago las cadencias con los recursos sonoros radiofónicos para que no se
note cuando tomo aire. El estado emocional no suele afectarme para cambiar el tono de
voz, pero sí el momento del día o el disco que esté presentando. No es lo mismo
presentar por las noches una canción melódica, que hacerlo por la tarde o en la víspera
de un festivo, una canción muy rítmica.

Por supuesto que intento vocalizar correctamente, pronunciando correctamente todas
las palabras, desde mi inevitable acento andaluz, del que me siento muy orgulloso.”
Por Rocío Rivero López

martes, 23 de octubre de 2012

El hijo sándwich, mito o realidad

El hijo sándwich, mito o realidad
 
Hace algunas décadas, la psicología se abocaba a pensar que efectivamente el hijo de en medio tenía ciertos comportamientos y actitudes, por el simple hecho de ocupar este lugar entre los hermanos.
 
Estudios recientes revelan que esto no es así, que este apelativo no es más que parte de una tendencia, una corriente o preferencia que se mantiene en el tiempo. Si bien es cierto se han observado ciertas reacciones particulares entre los hijos sándwich, no obstante no se puede generalizar.
Ningún ser humano nace con una etiqueta, los padres deben tener en consideración que la infancia deja huellas imborrables en el niño, que posteriormente se van a reflejar en su personalidad. 
 
Ningún hijo, debe recibir un trato diferente de otro o bien, no podemos especular con que tendrá determinado comportamiento al ser el primogénito, el segundo o el último. Entonces como podemos explicar que el fenómeno casi no se presenta en casos donde el mayor es hijo varón, la segunda es niña y el tercero es varón; la niña seguirá siendo única y eso le da un lugar de privilegio.
No hay padre o madre de familia que no se fascine con su primer hijo, el nacimiento de este nuevo miembro de la familia quedará grabado en su memoria por el resto de su vida.
 
El primer hijo es con quien los padres desarrollan esa maravillosa habilidad de experimentar la maternidad y la paternidad.  No obstante, al no tener experiencia actúan ansiosos, tiene una gran expectativa en este hijo, se le presiona para que avance muchas veces a pasos agigantados con respecto a su desarrollo.
Por lo tanto este hijo será responsable, meticuloso, sobre-exigido y autoexigente; cada logro que este hijo alcance será ampliamente celebrado, compartido y comentado.
 
¿Acaso fue esto escogido por el primogénito?
Claro que no, simplemente es producto de las expectativas de sus padres, quienes proyectaron en él sus temores, deseos y frustraciones.
 
Cuando llega el segundo hijo, los padres ya están más relajados, tiene más experiencia, son más consistentes  y son más tolerantes.  Generalmente no presionan a sus pequeños a dejar pañales, a caminar o comer solitos, finalmente saben, que en algún momento de la vida lo harán, en el marco de un ambiente de entera libertad.
Esto puede ser hasta ventajoso para el pequeño.  Cuando nace el tercer hijo, los padres se sienten aún más confiados en las habilidades que han desarrollado como padres de familia y no solo se limitan a educar a su pequeño, si no, que se preocupan en consentirlo quizás un poco más.  Esto puede ser contraproducente para el hijo mayor o el segundo, si notan que el trato con ellos no fue igualitario.
 
Cuando los padres de familia predisponen la crianza de su hijo de en medio, el niño o adolescente puede presentar dos comportamientos completamente contrarios.   Pueden convertirse en niños muy tímidos y retraídos, o por el contrario, como acto de rebeldía ser los más revoltosos y hasta presentar comportamientos rebeldes.
Lo que realmente determina este tipo de comportamientos es la personalidad de los padres, la personalidad del niño o adolescente, la dinámica familiar, la relación de padres e hijos y la relación entre hermanos.
 
¿Cómo podemos prevenir este tipo de comportamientos?
*      Aceptar a cada hijo como es, con su esencia.
*      Darle a cada hijo un lugar, un rol de acuerdo a quien es, de acuerdo a sus fortalezas y debilidades, a su potencial y características propias.
*      No comparara a los hijos ni hacer diferencias.
*      Festejar siempre los logros, señalar la conducta negativa, no etiquetar.
*      No ver al hijo como se quiere que sea, sino como el realmente es.
*      Reforzar constantemente su autoestima.
*      Fomentar el diálogo y la comunicación, que el niño se sienta en la libertad de transmitir  emociones tales como, amor, alegría, enojo, temor, entre otras.
*      Demostrar siempre un amor genuino, incondicional, esto ayudará a que el niño fortalezca su seguridad, convicción, confianza en sí mismo y por ende tenga un autoconcepto positivo.
*      Dedicándole tiempo. Así se lo conocerá y se lo podrá potenciar en sus talentos.
*     Darle la responsabilidad de realizar  tarea específica en el hogar en la que se sienta cómodo. Con responsabilidades, el niño tendrá un lugar en su casa. Se sentirá participando e importante.
*     Nunca sobrevalorar la capacidad afectiva del niño para arreglárselas solo, el niño puede interpretar muchas cosas a nivel intelectual, lo cual no quiere decir que lo comprenda a nivel emocional y afectivo.  Por eso es un error hacer crecer a los niños de golpe, hay que acompañarlos en el desarrollo de cada etapa sin presión alguna.
Es momento de preocuparse y buscar ayuda profesional cuando el asunto pasa a tener ribetes patológicos, por ejemplo si ese hijo tiene problemas para relacionarse con sus hermanos y sus amigos del colegio, si siempre se siente postergado y no aprende a compartir; si se siente incapaz de competir y de ganarse un espacio; si tiene problemas de adaptación y pasa "agotado" o se convierte en el payaso permanente de la casa con tal de llamar la atención.

 

“Tener un hijo no lo convierte en padre, del mismo modo en que tener un piano no lo vuelve pianista” Michael Luvine
Dra. Laura Camacho Alfaro
Licenciada en Psicología
Clínica Arvicana, Heredia
Teléfono: 2560-8001

viernes, 5 de octubre de 2012

Problemas Alimenticios en Adolescentes

En la actualidad se ha perdido el gusto y la admiración por las cosas bellas que nos rodean, se ha pasado al límite de rendir culto a la belleza, principalmente a la belleza física. Nos desenvolvemos diariamente en un mundo donde las personas no son apreciadas por el sistema de creencias y valores que poseen, si no, por su peso, su talla y lo que proyecta con sus atributos físicos.

Durante la etapa de la adolescencia los jóvenes están descubriendo y afianzando su identidad, es sumamente importante la aceptación y pertenencia a un grupo de pares; estas necesidades hacen que los jóvenes recurran a hacer cualquier cosa con tal de ser debidamente aceptados y sentirse queridos.

Es común que durante la etapa de la adolescencia se presenten trastornos alimenticios que no se limitan solo al deseo de verse y sentirse bien, si no, que hay todo un trasfondo emocional que muchas veces los padres de familia desconocen.

Una buena alimentación es determinante durante la adolescencia, para que el joven logre hacerle frentes a los cambios fisiológicos propios de su edad, los requerimientos nutricionales son muy elevados.

¿Qué es un trastorno alimenticio?

Un trastorno alimenticio es una enfermedad progresiva que se manifiestan a través de la conducta alimentaria, no obstante consiste en una escala muy compleja de síntomas entre los que predomina una alteración o distorsión de la auto-imagen corporal, un gran temor a subir de peso y la adquisición de una serie de valores a través de una imagen corporal.

¿Qué factores inciden en su aparición?

Los factores que inciden principalmente son:

Factores psicológicos: los jóvenes con trastornos alimentarios generalmente tienden a tener expectativas no realistas de ellos mismos y de sus iguales. A pesar de ser exitosos se sienten incapaces, ineptos, defectivos, etc. No tienen sentido de identidad, por eso son tan volubles y se adaptan a otros estilos que difieren mucho de lo propio. Por eso tratan de tomar control de su vida y muchas veces se enfocan en la apariencia física para obtener ese control.

Factores familiares: Los chicos y chicas que forman parte de familias sobreprotectoras, rígidas e improductivas para resolver conflictos tienden a desarrollar estos trastornos. La mayoría de las veces no muestran sus sentimientos y tienen grandes expectativas de éxito. Los niños aprenden a no mostrar sus sentimientos, ansiedades, dudas, etc., y toman el control por medio del peso y los alimentos.

Factores sociales: Los medios de comunicación asocian lo bueno con la belleza física y lo malo con la imperfección física. Las personas populares, exitosas, inteligentes, admiradas, son personas con el cuerpo perfecto, lo bello. Las personas que no son delgadas y preciosas son asociadas con el fracaso. Se maneja toda una gama de estereotipos culturales tales como la delgadez extrema, se manejan prejuicios contra lo obesidad no por salud si no por apariencia, se discrimina además algunas profesiones y deportes.

Factores biológicos: Algunos estudios indican que niveles anormales de determinados componentes químicos en el cerebro predisponen a algunas personas a sufrir de ansiedad, perfeccionismo, comportamientos y pensamientos compulsivos. Estas personas son más vulnerables a sufrir un trastorno alimenticio.

Comienzo del trastorno

Según Alfredo Goño Grandmontagne, catedrático español de Psicología Evolutiva y de la Educación; ”En los adolescentes el autoconcepto es el rasgo de personalidad que mayor relación mantiene con los trastornos alimentarios. Está muy documentada la relación que guardan con otras características: el perfeccionismo, el miedo a madurar, la ansiedad y la desconfianza interpersonal”.

Goño destaca que; cuando la gente compara la imagen corporal propia con el ideal interiorizado, surgen sentimientos de insatisfacción corporal y personal, de ansiedad y una necesidad compulsiva de cambio físico. Es aquí cuando aparecen los trastornos alimenticios, los jóvenes recurren de forma progresiva o compulsiva a la inanición, a purgas mediante vómitos, diuréticos o laxantes, ejercicio físico compulsivo o desgaste de zonas corporales concretas que, como sucede en el caso de la anorexia y la bulimia, ponen en grave peligro la salud física y psicológica.

¿Cuáles son los trastornos más comunes?

Anorexia y bulimia

La Anorexia es la obsesiva búsqueda de adelgazamiento mediante una dieta progresivamente restrictiva. El joven con anorexia nervosa es típicamente una perfeccionista. En su mente tiene la firme creencia -irracional- que está gruesa inclusive cuando pierde mucho peso y se pone muy delgada. Esta persona siente la necesidad de tener en control de su propia vida, experimentando este control sólo cuando niega la demanda que su cuerpo necesita de comida. Es su obsesión por adelgazar, la adolescente poco a poco se está matando a causa de su régimen de hambre. Esto puede llegar a situaciones muy serias de dañar su cuerpo, e inclusive hasta puede llevarla a la muerte.

Los principales síntomas de la anorexia son:

  • Rechazo a mantener el peso corporal por encima del mínimo adecuado para la estatura, llegando a situaciones de delgadez extrema.
  • Miedo intenso a engordar, incluso cuando el peso es muy bajo.
  • Sensación de estar gordo/a en general o en algunas partes del cuerpo, como nalgas, muslos, abdomen. Tienen una percepción de su cuerpo que no es real. Aunque estén realmente delgados/as, su espejo les dice que siguen estando gordos/as.
  • Aparecen otro tipo de problemas físicos que acompañan la desnutrición, como es en el caso de las mujeres la retirada o el retraso de la menstruación.
  • Ejercicio físico excesivo.
  • Conducta alimentaria extraña: come de pie, corta los alimentos en pequeños trozos.
  • Incremento de las horas de estudios y disminución de las de sueño.

Se calcula que un 0.5 a 3 por ciento de adolescentes y mujeres jóvenes tiene anorexia nerviosa y estas cifras aumentan al doble cuando se incluyen adolescentes sanas con conductas alimentarías anormales o con preocupación anormal por el peso corporal. La edad promedio es de 13, 75 años y se desarrolla mucho más en mujeres, con una proporción de 9 a 1.

La Bulimia es la incapacidad para controlar los deseos de comer, hacerlo en cantidades extraordinarias y recurrir a actos purgatorios para lidiar con la culpa, como vomitar, usar laxantes y diuréticos o realizar ejercicio físico extenuante. Hay una preocupación obsesiva por la comida, con deseos irresistibles de comer; menstruaciones irregulares, y ligero sobrepeso.

Principales síntomas de la bulimia:

· Episodios recurrentes de atracones de comida.
· Una sensación de pérdida del autodominio durante los atracones de comida.
· El uso regular de vómito autoinducido, laxantes o diuréticos, dieta estricta o ayuno, o ejercicio muy energético para evitar el aumento de peso.
· Un mínimo de dos episodios de atracón de comida a la semana durante al menos tres meses.
· Preocupación exagerada por la figura y el peso corporal. Las bulímicas están continuamente obsesionadas por su aspecto y trabajan duro para ser lo más atractivas posibles.
· Antecedentes de dietas frecuentes. Frecuentes intentos previos de controlar su peso.
· Síntomas de depresión. Incluyen pensamientos melancólicos o pesimistas, ideas recurrentes de suicidio, escasa capacidad de concentración o irritabilidad creciente.
· Excesivo temor a engordar.
· Comer en secreto o lo más inadvertidas posible.
La excesiva alimentación puede alternarse con dietas extremas que traen como consecuencia fluctuaciones de peso dramáticas. Las repetidas purgas acarrean consigo un peligro muy serio a la salud física, incluyendo la deshidratación, el desequilibrio hormonal, el agotamiento de minerales importantes y el daño a los órganos vitales.

En el caso de la bulimia, se estima que de un 0.6 a un 13 % padecen el trastorno, también en mayor medida las mujeres mayores de 18 años.
Otros síntomas menos comunes

Vigorexia: Es un trastorno caracterizado por la preocupación obsesiva por el físico y una distorsión del esquema corporal (dismorfofobia) que puede presentar dos manifestaciones: la extrema actividad del deporte o, la ingesta compulsiva para subir de peso ante la percepción de estar aún demasiado delgado. Aunque los hombres son los principales afectados por la vigorexia, es una enfermedad que también afecta a las mujeres.

Ebigorexia: Tendencia de comer mucho pero en vez de vomitarlo por ellos mismos, comienzan a tomar grandes cantidades de alcohol (vinos,piscos,cerveza) para que eso tengan el efecto de luego vomitarlo y nadie sospeche nada.
Megarexia: Trastorno opuesto a la anorexia nerviosa. Suelen ser personas obesas que se miran al espejo y no lo perciben; por eso no hacen ninguna dieta; por eso se atiborran de comida basura (calorías vacías). Ellos se perciben sanos. Son en cierta forma, personas obesas que se ven delgadas a causa de la distorsión de la percepción que caracteriza a los trastornos alimentarios. Comen de todo y en cantidades abismales, pero muy pocos "nutrientes esenciales" y una altísima proporción de azúcares, féculas, almidones, entre otros alimentos.

Ortorexia: Es aquel trastorno donde la persona obesa come alimentos que ella considera saludables, pero en realidad, no lo son.

Pica:Ingestión de alimentos no comestibles.
Tratamientos para los trastornos de la alimentación

Es importante tener claro que, los trastornos de la alimentación son una enfermedad. Es común y esperable que la persona que lo padece no intente modificar la situación. No es una falta de voluntad sino un síntoma de la enfermedad. La familia en estos casos debe ser la encargada de la consulta especializada de forma urgente.
Los trastornos alimenticios pueden ser exitosamente tratados y puede restaurarse un peso saludable. Es importante el diagnostico temprano para obtener una éxito total en el tratamiento. Los trastornos alimenticios no son afecciones simples, debido a su complejidad demandan tratamientos interdisciplinarios largos y adecuados a cada situación. Un buen tratamiento contara con la conjunción de: cuidado y revisión médicos, intervención psicológica, asesoría nutricional y, cuando sea adecuado, control de ingesta de medicamentos.


Dra. Laura Camacho Alfaro

Licenciada en Psicología

Clínica Arvicana Heredia

Teléfono 2560-8001